La psicóloga valdepeñera Begoña Sánchez ha puesto en marcha un canal de YouTube en el que cuenta situaciones cotidianas del confinamiento por la pandemia del coronavirus con humor para hacer éste más llevadero a quien vea el canal, a la vez que da unas pinceladas sobre cómo afrontar esta situación.
Begoña Sánchez lleva varios años contando cuentos a niños y niñas en la Biblioteca Municipal de Valdepeñas, en algunas escuelas infantiles, en Navidades, en talleres en colegios…, algo que le encanta. El Día del Autismo contó un cuento para el canal de YouTube de la concejalía de Cultura del Ayuntamiento, dentro de la iniciativa “La hora de los peques”, que la administración local ha puesto en marcha para hacer más llevadero el confinamiento, y Begoña se lanzó a hacer lo que siempre hace para los peques, pero en un formato distinto.
Explica que la idea de hacer el canal de YouTube surgió de una serie de vídeos que grabó en casa a raíz del confinamiento (confitamiento lo llaman su hija y ella), “en el que compartimos (cuando estamos juntas) o comparto las vivencias diarias en clave de humor. Los amigos a los que se lo enviaba me animaban a hacerlos públicos y, puesto que los enviaba a las personas de mis grupos de risoterapia, pensé que el formato de canal de YouTube era una buena manera de compartirlos para las personas de la Universidad Popular. Aunque me daba un poco de pudor mostrarlos al principio, me animé finalmente a subirlos a YouTube. Y antes de enviarlo a la Universidad Popular, creé dos listas de reproducción: “El diario confitado” y “Bego te cuenta un cuento”, para subir los cuentos que quería contar. Una excusa perfecta vino el Día del Libro…, así que el cuento sufí que quería compartir con los amigos fue la excusa para inaugurar el canal. Así compartía todo de un golpe. Cuento, iniciativa y todos los vídeos “confitados” que ya estaban grabados. Como un salto mortal”.
Objetivo del diario
Begoña Sánchez explica que el objetivo del diario confitado es doble. Por un lado, “me permite un lugar de contar (y contarme) las cosas cotidianas de un modo agradable. Otro, el humor como vehículo fundamental. Las situaciones son a veces (como en este caso) incontrolables, y de lo único que soy responsable es de lo que yo puedo hacer: mi actitud, mis acciones, mi bienestar. Lo decía Víctor Frankl: “Las fuerzas que escapan a tu control pueden quitarte todo lo que posees excepto una cosa, tu libertad de elegir cómo vas a responder a la situación.” Y en esta situación yo he elegido tomarme este tiempo de reclusión impuesta como un lugar de autocuidado, en el que ocuparme de aquello que sí me puedo ocupar: atender mi cuerpo haciendo algo de ejercicio (casi) diario, atender mi bienestar descansando, cocinando, pintando, bailando, ordenando, sentándome al sol de mi lavadero, disfrutando del tiempo de juego con mi hija cuando estamos juntas, retomando lecturas, escribiendo… La verdad es que no me aburro. Es más, me falta confitamiento!! “.
Situación compleja
Begoña indica que es consciente de que hay una situación muy compleja afuera, sobre todo, en algunos sectores (educación y sanitario prioritariamente). También existe máxima vulnerabilidad en algunos sistemas familiares que sostienen situaciones de violencia, abuso, consumo, precariedad económica, hacinamiento… “Puedo alzar la voz, escribir sobre ellos, rezar, y tratar de articular aquello que pueda estar en mi mano (apoyando en algunos casos en la distancia a quien requiere mi ayuda). Pero no puedo hacerme cargo de la situación global. Y preocuparme no ayuda tampoco. Por el contrario, siento que, si yo mantengo mi paz y mi equilibrio, sí puedo aportar algo más al resto del mundo. Y que al final se trata de eso. Muchas personas pequeñas, en sitios pequeños, haciendo pequeñas cosas. (palabras de Eduardo Galeano). La sensación es que, si con mis vídeos, o mis cuentos, yo puedo brindar un rato de risas o sonrisa, un espacio de desconexión y calma, eso, ya es mucho en muchos casos. Y que es mi aporte, ya que puedo hacerlo. Y como además lo disfruto, pues lleva más carga amorosa si cabe”.
Las cosas que nos suceden nos traen un regalo
Para esta valdepeñera, “todas las cosas que nos suceden nos traen un regalo, una enseñanza. Aunque a veces me ofusque y no sepa verlo. La verdad que nos pasa a todos. A veces nos peleamos con lo que nos pasa, en lugar de observarlo y sacar una enseñanza, un provecho de ello. A cada cual esta situación le ha tocado de diferente manera. Algunas personas han tenido que vivir la marcha de algunos seres queridos. Otros, sostener un sistema familiar en ruinas. Otros reencontrarse con el suyo. Otros hacer malabares entre el trabajo, la familia, la casa… Otros aislarse para “pasar” el bicho. A todos y cada uno se nos brinda una oportunidad de elegir cómo hacer en esta situación, donde por fin, asumir que no controlamos todo, que no podemos controlar todo, que somos humanos, no divinos. Y asumir esta limitación, es parte. Entonces, ya elijo cómo yo decido hacer mi parte. Si sufrirla, afrontarla, delegarla, hacerme cargo… “.
Begoña comenta que un amigo se encontraba en la tesitura de despedirse de su padre por la COVID-19, “y compartía ese lugar de encuentro antes de que se fuera, esa infinita ternura hacia él con la que había contactado, el agradecimiento porque le dio la vida y todo lo demás que en vida le dió… Y en sus palabras, yo siento que aprendo desde su experiencia, que siempre hay diferentes formas de vivirlo. Y que, ¡qué suerte poder hacerlo de esa manera!”.
Desescalada
Apunta que ahora que vamos a ir saliendo progresivamente, “hay que lidiar con diferentes situaciones: el temor al exterior, con sus idas y venidas del contagio, las medidas de seguridad, la higiene… Son hábitos que en realidad ya hemos ido adquiriendo en este confinamiento (lavado de manos, protocolo de limpieza exhaustiva post calle…), por lo que ya existe un rodaje. Yo personalmente llevo peor las mascarillas, por no poder respirar aire libre. Pero como se han ocupado de demostrarnos muchas personas en Valdepeñas, podemos incluso en este punto darle nuestro toque personal, nuestro aire divertido, personalizándolas, haciéndolas de tela con bolsillo para poder introducir un filtro… y no generar más residuos, por ejemplo. Y poder tener la opción de elegirlo, sobre todo, de cara a los peques. Ya hay personas que lo están haciendo, cosiendo mascarillas de superhéroes, por ejemplo”.
“También en la salida hay un lugar de responsabilidad individual y compartida, y creo de verdad que, si nos consideramos adultos, podemos comportarnos como tales. Incluso si desde el sistema se nos infantiliza. Aunque entrar en esto es un debate más profundo, el debate educativo… Educar para pensar, es imprescindible”.
Los niños
Para ella, “es genial que sean los peques los primeros en salir, porque los niños sí tienen esa capacidad. La de pensar por sí mismos, cuestionar la norma y, aún así, asumirla. Si nos fijamos son los que mejor se han adaptado, por lo general, al confinamiento. Están felices. Pasan más tiempo con sus padres, que es lo que más quieren y necesitan. Tienen más tiempo para jugar. Aún así, están asumiendo sus tareas escolares, y seguramente en algunos casos, caseras. Y aunque no pueden salir (y preguntan y cuestionan el statu quo establecido), asumen la parte que les toca viviéndolo desde el mejor lugar posible. Los niños son los grandes maestros en esta crisis”.
“En realidad, yo diría que existe una gran brecha entre la realidad de los responsables políticos y la realidad en la que vivimos inmersos casi todos los seres humanos. Las dificultades en la puesta en práctica y la necesidad de rectificación constante en las medidas dejan al descubierto esta brecha. Creo que es por eso que andamos tan sumamente crispados. Pero si todos apeláramos a nuestro espíritu de niño, podríamos atravesar la situación de la mejor manera posible, y después actuar como adultos con criterio y sentido en lo que nos corresponde como ciudadanos. Tomando ahora contacto con lo que es importante e imprescindible en nuestra vida, sin comerciales, promesas y ventas de cualquier tipo. Pero eso sucede si acepto totalmente lo que estoy viviendo, y me hago cargo de las decisiones que son únicamente mías”.
Begoña Sánchez
Begoña Sánchez es psicóloga, psicóloga sanitaria, Máster en Psicología del consumidor, Marketing y Publicidad, especialista en Psicoterapia y Psicodrama, Agente para la Intervención Social en Violencia de Género, especialista en Alteraciones del Desarrollo y Autismo, experta en Psicoterapia con Niños y Adolescentes a Través del Juego y la Dramatización y especialista en Técnicas Gestálticas aplicadas a la infancia y Psicodiagnóstico.
Lleva casi 20 años desarrollando su actividad profesional en el ámbito privado, principalmente en el ámbito de la psicología y la psicoterapia de adultos, niños y adolescentes con sus familias.
Se ha formado en Clown, Gestalt y psicología perinatal.
Lleva varios años llevando a cabo talleres y cursos de formación para asociaciones y colaborando en prensa con artículos de divulgación.
Es miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Psicoterapia y el Psicodrama (AEPP), y de la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP).
Su maternidad la impulsó a emprender el proyecto de Vínculos, donde desarrolla su trabajo como psicóloga y psicoterapeuta de forma integradora, poniendo su conocimiento al servicio de las personas en sus diferentes etapas, desde la infancia y la adolescencia hasta el mundo adulto.
También es socia y presidenta del Grupo de Apoyo a la Lactancia Materna “Enlazados”.