Hoy día sería impensable. En la sociedad de la inmediatez, en la que todo, cualquier información por insólita que pueda resultar, se encuentra a un golpe de click, notificación, enlace… Donde el consumo de noticias es instantáneo, en tiempo real, ubicuo, interactivo, personalizado… Sí, sería impensable que una catástrofe no llegara a ser conocida hasta dos días después de acontecer.
Sin embargo, eso fue lo que sucedió con la riada de Valdepeñas de 1979. Tal día como hoy, hace 46 años, Lanza publicaba la crónica de lo sucedido en la localidad dos días antes. El domingo 1 de julio de 1979 una tromba de agua había arrasado el pueblo.
Un aguacero de más de cuatro horas, en el que se recogieron 150 litros de agua por metro cuadrado, que colapsó arroyos -como el de La Veguilla, que atraviesa el centro de la localidad-, la red de alcantarillado y los colectores. Una tromba que causó 22 muertes (entre ellas las de dos niñas) y ocasionó unas pérdidas materiales valoradas en casi 2.000 millones de las antiguas pesetas.
De todo ello los lectores de los diarios de la época se enteraron con dos días de retraso. Hasta el martes 3 de julio no llegó la noticia al papel. Cuando la catástrofe salió impresa en cabeceras como Lanza, pero no sólo, también en las de tirada nacional que se publicaban por entonces en España, tales como ABC, El País, Diario 16 o La Vanguardia, ya casi todo el mundo conocía la noticia a través de la radio y la televisión.

Los lunes no había periódicos
El motivo del retraso se debió a que en aquella época en España los periódicos no se publicaban los lunes. Las rotativas descansaban el primer día de la semana y los lectores debían esperar hasta el martes para conocer lo sucedido en la jornada dominical.
Lo que en la actualidad resulta una anomalía se debía a un acuerdo de décadas suscrito entre editores y sindicatos de prensa. En realidad, una normativa laboral instaurada durante la dictadura de Primo de Rivera que “prohibía” la publicación de diarios en lunes para dar descanso a los trabajadores de la prensa.
A modo de compensación, la redacciones elaboraban un suplemento denominado ‘La Hoja del Lunes’, que se gestionaba a través de las Asociaciones de la Prensa de cada provincia. De manera que, aunque no hemos conseguido comprobación, es posible que la riada de Valdepeñas tuviera algún tipo de eco en ‘La Hoja del Lunes’ de Ciudad Real, que se producía en las rotativas de Lanza y con personal voluntario del diario.
‘La Hoja del Lunes’ se publicó regularmente el primer día de la semana durante 30 años, hasta que el 10 de mayo de 1982, el Gobierno de Calvo Sotelo derogó la normativa que obligaba a suspender la publicación de periódicos los lunes.

La primera crónica de Lanza
Lanza publicó, pues, su primer reportaje sobre la catástrofe tal día como hoy hace 46 años. Era una crónica firmada por el que fuera delegado del periódico en Valdepeñas, Ramón Fernández Gómez.
El artículo relataba, con detalle cronológico, el inicio de la tormenta y lo sucedido hasta la salida del diario dos días después, incluyendo pormenores de cómo el agua había arrasado y sumido al pueblo bajo el lodo.
La crónica comenzaba del siguiente modo: “Cuando a las 13.20 de la tarde del domingo empezó a llover y a percibirse las primeras descargas eléctricas, nadie podíamos pensar lo que se avecinaría dos horas después”.
Las páginas de Lanza, en las que se hablaba de 7.000 personas directamente afectadas por la riada, 150 familias sin hogar y más de mil animales ahogados, además de las milmillonarias pérdidas materiales, incluía también una información sobre el dramático entierro de las víctimas.
Bando, pésame y notas
Asimismo, el periódico daba cabida a un bando del alcalde, Esteban López Vega (UCD), primero democrático que tuvo la localidad, salido de las urnas tras las elecciones del 3 de abril de 1979. En él pedía “máxima solidaridad” para con las víctimas.
El pésame de Alianza Popular, una nota de la Confederación Provincial de Empresarios ofreciendo subvenciones y medidas de apoyo para los afectados, un agradecimiento del director de la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social Gutiérrez Ortega a los voluntarios que ayudaron a salvar vidas en los momentos más críticos de la catástrofe, y un anuncio del delegado provincial de Educación dando cuenta del normal inicio del curso escolar, pese a los desperfectos sufridos por diversos centros educativos y la necesaria práctica reconstrucción del Colegio Lorenzo Medina, también tenían cabida en la edición de ese martes 3 de julio, de hacer 46 años, en Diario Lanza.

