Esta visita coincidió con el quinto aniversario de su Coronación Pontificia, tal y como indicó la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación en nota de prensa.
Después de celebrar un Solemne Triduo los días 27, 28 y 29 de mayo en la Iglesia de la Asunción, la Virgen de Consolación partió el día 30 a las 11 horas en carrera de vehículos desde la Asunción para recorrer las calles Bernardo de Balbuena, Seis de Junio, avenida Gregorio Prieto y avenida del Vino para circular por el camino de servicio de la A-4 hasta Consolación.
Allí estuvo todo el día en la ermita para ser venerada por sus fieles.
Fue una jornada festiva, donde hubo paella a precios populares a partir de las 14.30 horas a cargo de la Asociación de Vecinos de Consolación y, por la tarde, servicio de bar y música.
A las 20.30 horas se celebró una Misa Solemne a cargo del párroco de Consolación, Vicente Elipe, tras la que la Virgen recorrió las calles del barrio de Consolación, pudiendo ser portada por todas aquellas personas que así lo quisieron.

El día 31 de mayo, tras el rezo del Rosario de la Aurora a las 7 horas, la Virgen de Consolación regresó en andas a Valdepeñas a las 8 horas, donde se contó con la colaboración de cuadrillas de costaleros de distintas hermandades de Valdepeñas, aunque pudo ser portada también por todas aquellas personas que quisieron.
El regreso a Valdepeñas se realizó por un camino y su llegada fue por Salida de la Membrilla y calle Real hasta llegar a la plaza de España y volver a la Iglesia de la Asunción, donde se celebró una Misa a las 20.30 horas.
Desde la hermandad se facilitó servicio de transporte tanto el día 30 como el 31 para todas las personas y vecinos de Valdepeñas que quisieron trasladarse hasta Consolación para acompañar a su patrona.