La teniente de alcalde de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valdepeñas, Vanessa Irla, y los responsables de las excavaciones en la villa romana del paraje de El Peral de la ciudad del vino, Tomás Torres, Domingo Fernández y Julián Vélez, han informado este miércoles en rueda de prensa de los trabajos que se están llevando a cabo en el yacimiento, que ahora se centran en el ámbito residencial.
Irla ha recordado que la villa romana se descubrió en 2020 en las obras para hacer una rotonda en El Peral y que desde 2021 se están llevando varias labores de investigación en la zona, financiadas por el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de su convocatoria anual de subvenciones para investigar el patrimonio arqueológico de la región, y el Ayuntamiento de Valdepeñas.
“Los dos primeros años las investigaciones se centraron en la bodega romana, el año pasado en la zona termal y este año en la zona residencial”. “Dado que la financiación es con dinero público, lo lógico es los hallazgos se den a conocer a la ciudadanía”.
La teniente de alcalde ha señalado que el área de Cultura trata de cuidar el patrimonio, como ha hecho con el Cerro de las Cabezas, hoy parque arqueológico, donde se ubica una ciudad íbera pura, cuyo urbanismo se ha dado a conocer, y como se hace ahora con la villa romana de El Peral, “que supone un hallazgo relevante para nuestra historia y nuestro municipio, ligado al vino. El compromiso del ayuntamiento es seguir recuperado este espacio, aunque sea con pasos pequeños”.
Ha agradecido la implicación de Tomás Torres, Domingo Fernández y Julián Vélez en el proyecto “para avanzar y conocer un nuevo episodio de nuestra historia en esta villa romana”, quienes a su vez han agradecido, al igual que Irla, la colaboración de la Junta de Comunidades y del ayuntamiento para conservar nuestro patrimonio y difundirlo a la ciudadanía, como puede ser a través de congresos a nivel nacional para dar a conocer los hallazgos.

Tomás Torres, director del proyecto, ha explicado que en las campañas anteriores se ha investigado en la zona funcional de la villa, concretamente, donde se elaboraba vino, y en los espacios termales, lugares de ocio. Ahora se ha investigado en la zona residencial, con excavaciones en cinco habitaciones del lado occidental que, a lo largo de los siglos, han cambiado de fin, pasando de residencial a productivo para fermentar vino. “Se adaptaron a un uso funcional”. “La investigación nos permite conocer aspectos constructivos como de organización o reforma de los espacios, así como localizar elementos como dolias, donde se fermentaba el vino, que aparecen dispersos en todas las habitaciones”.
Ha comentado que la villa tiene cerca de 1.000 metros cuadrados de extensión y que inició su actividad en el siglo I d.C., manteniéndola hasta el siglo VI d. C.
Difusión
Por su parte, Domingo Fernández, director del Centro Asociado a la UNED de Ciudad Real, con sede en Valdepeñas, ha afirmado que “todo lo que aportamos repercute en la sociedad. Estudiamos las estructuras y los materiales para intentar saber cómo vivía la gente en esta zona y difundimos todo lo que averiguamos”.
Además de asistir a congresos, este año se harán publicaciones sobre los hallazgos, según ha dicho. Asimismo, la UNED acogerá un ciclo de conferencias sobre la historia y el vino, gracias a la Asociación “Orisos”, que incluirán una ponencia sobre la villa romana de El Peral el 6 de marzo.
Ha apuntado que la excavación ha contado con la colaboración de socios de “Orisos, asociación que también ha estado implicada en las investigaciones en el Cerro de las Cabezas.
Fernández ha dicho que es necesario invertir en los yacimientos, en restaurar y consolidar las estructuras, para no perder información.
También ha señalado que la idea es hacer de la villa romana de El Peral un yacimiento visitable como el del Cerro de las Cabezas.

Próximos objetivos
El arqueólogo municipal, Julián Vélez, ha adelantado que los próximos objetivos en la villa romana de El Peral serán excavar en un área que dio a conocer el resultado del georradar de 2020, junto a la bodega y los baños, que es de los siglos III y IV, y la utilización de nuevo de un georradar para ver qué hay en esa zona de viviendas, almacenes y posiblemente la necrópolis.
Ha comentado que en los tres años que llevan de excavación en la villa se ha avanzado más que en los tres primeros años de excavación en el Cerro de las Cabezas. “Con el tiempo se verán los resultados y se podrá hacer algo parecido a lo que hoy es el Parque Arqueológico del Cerro de las Cabezas”.