Los valdepeñeros viajarán poco esta Semana Santa, según ha informado a Lanzadigital, David de Lamo, director de la oficina de la agencia de viajes Zafiro Tours de la localidad.
Dadas las restricciones por la pandemia del coronavirus en la Semana de Pasión, que incluyen el cierre perimetral de la comunidad autónoma, los principales destinos son Ruidera, Alcalá del Júcar o capitales culturales como Toledo y los viajes son cortos de un día o pocos días.
Las reservas han bajado más de un 80% en este periodo respecto a otros años sin COVID.
En el caso de Zafiro Tours, las pérdidas de facturación respecto al 2019 por el coronavirus se sitúan en un 85% en 2020. “Este año sabemos que no va a ser como 2019, pero confiamos en que la facturación aumente más”.
En cuanto a los destinos internacionales, se dan muy poco. La mayoría de destinos piden PCR para poder viajar.
David de Lamo es partidario de que haya más restricciones ahora para poder salvar el verano, fecha para la que hay más movimiento, sobre todo, en turismo nacional. “Se busca el sol y la playa, como Levante, Andalucía, Baleares y Canarias. Ante el posible cierre de fronteras, la gente está optando por turismo nacional”. “Muchos se están animando a reservar porque les han vacunado, como gente que trabaja en Sanidad, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, personas que cuidan dependientes, profesores…”.
Comenta que cree que después de Semana Santa espera que haya más movimiento porque ahora hay mucha incertidumbre. “Los precios son más bajos porque se han adaptado a la situación y hay garantías con los seguros y la flexibilidad de cancelación sin coste”.
Indica que ha habido un aumento de solicitudes de turismo rural en chalets con piscina en lugar de hoteles, buscando un ambiente más familiar, aún así ha señalado que los hoteles son seguros y que están tomando muchas medidas anti-covid.
Los viajes de grupo están parados.
En cuanto a los viajes de novios, se ha referido a que ha habido muchos aplazamientos y cancelaciones de bodas. “El año pasado se cancelaron más de 90% de bodas y muchas se pasaron para este año y otras a 2022”. Algunos novios prefieren destinos nacionales como Baleares y Canarias, que están teniendo una gran demanda, y entre los internacionales está la Riviera Maya.
De Lamo también ha indicado que antes del coronavirus la gente solía reservar sus viajes con mucha antelación, muchos en enero, para obtener mejores precios. Ahora, con la incertidumbre que hay, la gente se espera más. “Confiamos en que habrá muchas reservas de última hora”.
Ha señalado que la COVID ha hecho que tuvieran que hacer muchas tramitaciones de anulaciones de viajes desde que comenzó la pandemia o cambios de fecha. “Durante el confinamiento estuvimos teletrabajando haciendo muchas gestiones. Una agencia de viajes da mucha seguridad al cliente en estos trámites al haber un trato más directo que las reservas a través de Internet. También tuvimos casos de personas que el confinamiento les pilló fuera y tenían que volver. Los primeros días había una gran incertidumbre”.
“En la mayoría de las cancelaciones se ha devuelto todo el dinero y otra gente ha optado por el cambio de fechas”.
En cuanto a las ayudas de las administraciones por las pérdidas derivadas de la pandemia, ha dicho que son escasas para lo que se ha perdido y que ahora vienen los fondos europeos, que deben gestionarse.
“Junto con la hostelería, somos uno de los sectores más perjudicados por la pandemia”.
Ha comentado que la empresa, que tiene dos trabajadores, tuvo que hacer un ERTE para uno de ellos. “De cara a los próximos meses nuestra intención es volver al número habitual de personas que tenemos”.
