El alcalde de Valdepeñas, Jesús Martín, con motivo de la Navidad y el Año Nuevo, ha hecho balance de la gestión realizada durante este 2018 y ha hablado sobre los retos para el 2019, sus deseos para Navidad y de las próximas elecciones municipales. Ha destacado que “yo lo que quiero es lo mejor para la ciudad, conmigo o sin mí”.
En cuanto al balance de este año, ha dicho que ha sido un buen año, que es un buen cierre de ejecutiva. “Yo creo que el haber controlado el gasto público como lo hemos hecho en los últimos años, ha ido dando unos superávits y unos remanentes de tesorería, lo que significa que hemos conseguido controlar el gasto corriente y al final de cada año hemos tenido un dinero que nos ha sobrado entre lo que ingresábamos y lo que gastábamos, el superávit. En cuanto al remante de tesorería, es el dinero que hemos tenido en la hucha a lo largo de estos años, lo que nos ha permitido que, además de las propuestas económicas que teníamos, podamos incorporar otras. Gracias a ese control del dinero, que es igual que una casa particular, hemos podido hacer la ampliación del pabellón, para que nuestros chavales puedan jugar y se retransmitan los partidos desde aquí, las nuevas pistas para las autoescuelas, haber terminado la calle Constitución, el centro de recreo canino en Castilnuevo, recuperado espacios a través del POM, como la plaza Clara Campoamor, o poner a disposición un nuevo espacio público como Bodegas A-7.
Otras inversiones en infraestructuras han sido el haber podido comunicar por fin que el Parque Empresarial “Entrecaminos” tenga una salida y entrada natural desde el sur, con una inversión de 1,2 millones de euros; invertir 400.000 euros para darle una vuelta integral al Polígono del Vino con asfaltado de calles, nueva señalización, recuperar e incorporar zonas verdes…; poner en marcha una nueva dotación como es el parking de caravanas, “que está dando un resultado espectacular, con entre 5 y 10 caravanas diarias que paran, lo que es ayudar al sector terciario”; se está instalando la seguridad en el campo on line con cámaras para tener controlados los caminos troncales de Valdepeñas; y las mejoras realizadas en el Peral, que han supuesto que el Ayuntamiento haya hecho en esta legislatura la inversión más grande en la historia de este “pulmón verde”, que asciende a 1,5 millones de euros”.
“También hemos conseguido rebajar la deuda de Valdepeñas a niveles insospechados. Nunca ha tenido Valdepeñas menos deuda sobre su poder adquisitivo como la que va a tener en el ejercicio de los presupuestos de 2019”.
EDUSI
Martín ha destacado que Valdepeñas ha sido beneficiaria de los proyectos EDUSI por 6 millones de euros, a los que el Ayuntamiento incorpora otros dos millones, con lo que se invertirá en dichos proyectos ocho millones de euros.
Ha dicho que, gobierne quien gobierne, estos proyectos se llevarán a cabo, como el cubrimiento del Canal, comunicar el barrio de San Pedro con el casco urbano, el plan de eficiencia energética, acabar la administración electrónica, siendo Valdepeñas una Smartcity para que el ciudadano pueda interactuar con el móvil con los servicios del ayuntamiento para poner quejas y conocer los servicios de hoteles y restauración.
Lo mejor y lo peor del año
Al preguntarle por lo mejor y lo por del año, el primer edil valdepeñero ha destacado como lo mejor haber conseguido el paso de “Entrecaminos”, pero dice que también es importante “ponerle ojitos a los contenedores. Es otra cosa más. No hay nada mejor ni peor. Un niño ve eso como un juguete que es práctico para reciclar e inocula que hay que reciclar. Es más importante la formación cívica que otra cosa que podamos hacer”.
También ha señalado como de las mejores cosas “la alegría de los chavales, después de lo que les ha costado estar en primera división, que puedan jugar en su casa y haber podido ampliar un pabellón. El día que estuve inaugurando el pabellón, la ilusión de esas 2.000 personas y lo que te arrastraré morena, tampoco tiene precio”.
Ha declarado que “un gobierno es como una mano, ¿qué dedo es más importante? Todos y ninguno. Cuando tienes todos, es la mano y todos hacen la fuerza para empuñar la herramienta, mientas que, cuando falta un dedo, hay una parte que ya no tienes. No hay nada más importante. Es un abanico”.
Ha añadido que los trampantojos son importantes. Pinturas como la del paso de la calle Torrecillas o en los cercados. “No da igual ver un cercado que una pintura”. Una ciudad es como una casa, pero no puedes cerrar habitaciones si una no está limpia. Hay que cuidarlo todo, porque todo está abierto. La iniciativa ha caído muy bien”.
Igualmente se ha referido a la nueva escultura de la Ñ como seña de identidad de España. “Esas cosas son importantes. En la medida que entras en la ciudad y ves ese impacto, ya sabes que no estás en un sitio cualquiera. Habrá otras personas que dirán si no había otras cosas en las que gastarse el dinero. Hay gran oferta de demanda y de gustos. Es multidisciplinar. El horno crematorio para animales para llevar las cenizas a su casa. Habrá personas que digan que no tenemos para los seres humanos y que tenemos para eso, pero es un servicio que da el centro municipal canino y que le afecta a quien tiene esas emociones por su animal. Todo es importante porque todo ayuda a la gente. A unos en una cosa y a otros en otra”.
Respecto a lo peor del año ha dicho que no ha habido nada. Otros años ha habido alguna cosa. “Este año, y vamos a cruzar los dedos, no ha habido nada relevante. Ha ido muy bien”.
- ¿Qué le desea al nuevo año?
Que sigamos con la política que tenemos de empleo, que ha bajado mucho el desempleo. Tenemos muy poco paro con respecto a otras localidades, un 12% más o menos. Es verdad que no estamos como antes de la crisis con un 7%. Todavía tenemos que seguir trabajando en esta línea, pero hemos ido recuperando puestos de trabajo.
Va a haber elecciones. Deseo todo el parabién a todas las fuerzas políticas que se presenten a ellas, en el ámbito local, regional y, no sé si nacional, si se hacen coincidir o no.
Quiero agradecer a ciudadanos y ciudadanas de Valdepeñas que en las últimas cuatro elecciones hayan depositado su confianza en mí y espero de corazón no haberles decepcionado. En 16 años a mucha gente hay que decirle que no, porque el poder se ejerce no desde el beneplácito de sí a todos, sino desde el criterio racional de que el interés general esté por encima del particular y, lógicamente, en ese camino hay muchos particulares que han recibido un no de esta alcaldía, no por una arbitrariedad o una subjetividad, sino porque había que primar el bien general.
Darles las gracias y a quienes les dije que no, decirles que he intentado gobernar con criterio y con objetividad, no con soberbia ni altanería ni arbitrariedad. Cuando he dicho que no, sabrán por qué lo he dicho.
Tengo que reconocer que soy una persona a la que la vida me ha tratado bien. Me ha dado bofetadas, como a todo el mundo, me ha quitado a muchos seres queridos, algunos muy jóvenes, pero es ley de vida.
- ¿Se volverá a presentar a las elecciones municipales?
Si lees entre líneas, tras la reflexión que acabo de dar, que la gente y tú lo deduzcáis.
Es muy temprano para saber las cosas. Son muchos años. Estoy muy contento. Me instalaría aquí y podría la cama. Vivo y soy lo que Valdepeñas ha hecho de mí. No digo no me voy a presentar. Son muchos años. Te dan una respuesta y ahora veremos como viene la cosa. Yo lo que quiero es lo mejor para la ciudad, conmigo o sin mí. Porque también soy valdepeñero.
Si yo me voy a la calle, quiero que mi pueblo sea el mejor, el que mejor imagen tenga, el que más trabajo ofrezca, el que más industria tenga, el que de más suelo industrial disponga, el que mejor urbanizado esté, el que siga abriendo plazas y espacios públicos, el que tenga nuevas dotaciones, aunque sea un crematorio de perros o animales domésticos…. En esa línea, para mí esto no ha sido un trabajo.
- ¿Qué desea para estas Navidades?
Que no ocurra nada. Que la gente sea feliz en cada una de sus casas. Que podamos seguir trabajando para que los chavales o chavalas que tienen mermada alguna de su facultades físicas o mentales se sientan integrados en la sociedad, por ejemplo, haciéndonos un árbol de Navidad, como nos han hecho desde AFAD con reciclar y crear y dar luz al pueblo.
La felicidad se basa en cosas muy básicas y es que los afectos y las luces quiten las sombras y nos den lo que necesitamos, que son caricias.
Yo lo que deseo a cada ciudadano es que no piense en lo que le falta, sino en lo mucho que tiene, porque si nos miramos a las pantallas y vemos que, con la que está cayendo, aunque el invierno esté siendo muy duro, estén llegando a las costas de Europa cientos de miles de personas huyendo del hambre, de la guerra, de la necesidad. A veces incluso aquellos que son perseguidos por sus ideas religiosas o por su condición sexual. Pensar que estamos en el siglo XXI en uno de los mejores países del mundo y formamos parte de las potencias de la tierra.
Ese es el Belén real del siglo XXI. Con un agravante: que ese Belén no tiene figuritas de plástico ni de escayola, que nos lleva emotivamente a escenas del pasado. Ese es el Belén del siglo XXI. Quienes son los protagonistas de este Belén son quienes sufren la Navidad y nosotros que lo vemos al otro lado de la televisión, somos lo que nos que gozamos de la Navidad.
Por lo tanto, que hagamos esa reflexión humana y nos demos cuenta de que la Navidad no se vive desde el consumo ni desde la frustración de lo que se ha pretendido y no se alcanza, sino desde el afecto y desde la luz que cada uno seamos capaces de dar a los nuestros.
Vivimos en una ciudad, en un país, en una Europa, que eso lo puede llevar a gala, mientras que hay cientos de pueblos y de países en los que todo eso es imposible.
- Otra faceta suya ha sido la de presidente de la DO Valdepeñas. ¿Hasta cuándo?
Hasta mayo o junio, que haremos la convocatoria del nuevo consejo y el nuevo consejo elegirá un nuevo presidente. Ahora estamos muy bien. Este año va a ser el primer año que salga la primera contraetiqueta referenciada con añada y tipología.
Se ha hecho el estudio de suelo, se ha cambiado el pliego de las producciones para poder abastecer al mercado de acuerdo a la demanda y que el agricultor, al poder disponer de más kilos, pueda disponer de más poder adquisitivo. Eso está llevando a las bodegas a hacer proyectos para crear nuevas naves de barricas, con lo cual, son nuevas inversiones que, al mismo tiempo, van a referenciar la trazabilidad de nuestros vinos frente a otras denominaciones de origen.
Hemos conseguido iniciar y no perder dinero en Europa dentro de los fondos estructurales para, en la medida que disponemos, estar presentes, aunque sea tímidamente, en los mercados con campañas de publicidad. Hemos vuelto a asistir a todas las ferias interesantes europeas y nacionales de referencia y, sobre todo, hemos alcanzado la paz entre los sectores, y que, en los dos últimos años y medio, la noticia del consejo es que no ha habido noticia y, cuando la ha habido, ha sido para bien.
Hemos creado la vinoteca, cosa que pone en valor lo que valor tiene. Estoy contento con eso, pero tengo que confesar, humildemente, que eso no es un trabajo mío, sino un trabajo de ellos. Yo he estado para la foto, para decir lo bueno que se ha hecho y por si se me han necesitado para ser un “primus inter pares”. Espero haber hecho bien el papel.