Emilio Montes, párroco de la Iglesia del Cristo de la Misericordia de Valdepeñas, ha comenzado el otoño con una preocupación clara, el modo derrochador en el que se conduce la sociedad actual en contraposición al ‘racaneo’ que se practica a la hora de ayudar a las personas que lo necesitan y que, privadas de esos apoyos, se encuentran desamparadas.
Popularmente conocido en medios convencionales y sociales como ‘El cura de Valdepeñas’, Montes sigue aprovechando sus homilías para poner los puntos sobre las ies. En los últimos domingos, en concreto sobre las ies del despilfarro, el desperdicio y la dilapidación en que considera que se desarrolla el mundo de hoy día.
Y para hacerlo ha vuelto a dar muestras del gran conocimiento que tiene de los modos, usos y costumbres de la sociedad actual y de lo cercano que se encuentra a la vida más terrenal. Lo ha hecho en dos nuevos vídeos, extractos de sus misas dominicales, que circulan por las redes sociales desde hace algunos días.
“El Shein, se llama así, ¿no?”
En una de sus ya populares alocuciones, Don Emilio asegura que “derrochar se ha constituido en una forma de vida” en nuestros días. Y para hacer el mensaje más asequible y cercano a su audiencia, señala: “Os pondré un ejemplo, el Shein, se llama así, ¿no?”.
Para el cura, el e-commerce (plataforma de comercio online) de origen chino, que basa su modelo de negocio en la moda rápida, de producción y venta a bajo coste y con alta velocidad de rotación y consumo, es un claro reflejo de la vida derrochadora en la que se halla sumida la sociedad actual.
“Sólo me ha costado 4 euros”
“Me he comprado en el Shein un modelito”, argumenta el párroco, que a renglón seguido pregunta: “¿Y te hacía falta?”. La respuesta que Don Emilio encuentra de forma más frecuente ante este tipo de cuestiones es un “no”, acompañado de la excusa del precio: “Si sólo me ha costado 4 euros”.
El párroco abunda en su argumento: “Sólo me ha costado 4 euros. ¿Pero te hacía falta?”, insiste. Su objetivo es comparar el doble rasero con el que actúan los fieles (y no) de hoy en día. En el subtexto de las palabras dichas por el ‘El cura de Valdepeñas’ se encuentra una critica algo parecida a que la gente, los files, tienen dinero para lo que quieren y, básicamente, para prendas u objetos que en la mayoría de los casos no necesitan.
“Como estoy todo el día mirando… le he dado el corazoncillo”
‘El cura de Valdepeñas’ prosigue señalando que, mientras que se entregan alegremente 4 euros “al Shein”, no se tiene la misma alegría para agitar el monedero ante causas más justificadas y de mayor calado.
Lo ejemplifica del siguiente modo: “Y la semana pasada que hicimos un festival benéfico, ¿hiciste una entrada benéfica de 3 euros de fila 0 para ayudar? NO, -enfatiza-, porque no tengo dinero”. Con lo que quiere evidenciar la contradicción del comportamiento de sus feligreses.
El cura va todavía un poco más allá y da nuevas muestras del profundo conocimiento que tiene de lo que habla y del comportamiento en las plataformas de compras, cuando añade: “Pero para el Shein, como estoy mirando todo el día… A este sí le he dado el corazoncillo” [emoji que los usuarios utilizan para marcar sus productos favoritos]. “Vivimos en una sociedad así”, se lamenta.
“Esta semana me compré esto en el Temu”
Con todo, esta no ha sido la única ocasión en la que Emilio Montes ha mostrado su preocupación por este tipo de proceder en las últimas semanas. En la misa dominical de finales de septiembre, ‘El cura de Valdepeñas’ instaba a sus feligreses a que dijeran “una persona que tenga mucho menos que vosotros y a la que hayáis ayudado”. Una persona con nombre y apellidos concretos, sugería.
En su homilía, el cura hacía una propuesta a su parroquia, continuar con este tipo de práctica “un mes detrás de otro”. Y, recordaba, “porque cada mes cobramos y cada mes tenemos una pensión”. Pero, por sus palabras, parece que los fieles no están tanto por esta labor y sí que se ven más inclinados a depositar su peculio en otros lares.
“Esta semana me compré esto en el Temu, esto me compré en el Shein. Ahhh…”, continúa el párroco, cuestionando que no se pongan inconvenientes a estos gastos, pero sí en cambio a los que pueden facilitar la vida de alguien que lo necesita. (Temu es otra plataforma de comercio online, creada en 2022 por Colin Huang, considerado el hombre más rico de China, con una fortuna aproximada de 45.000 millones de euros).
«Una persona con nombres y apellidos»
El sacerdote se lamenta de que no haya tantos de sus parroquianos capaces de mencionar “una persona a la que hayas ayudado, con nombres y apellidos. A esta persona, vecina mía que tal… la he ayudado, se llama María tal…”, señala.
Emilio Montes teme que, entre Temu y Shein, a sus fieles se les pase el tiempo. “Puede ser que se te pasen los meses, como a Lázaro, sin recibir nada, o como al rico -que Jesús es muy delicado, no dice el nombre del rico para que no juzguemos a nadie-”. Meses como al rico, insiste, “donde un mes pasa detrás de otro y no es capaz de decir, esto dárselo a Lázaro”.
