El Grupo Parroquial de Costaleros “Madre de Dios del Rosario y Virgen del Carmen” de Valdepeñas presentó en su sede el nuevo escudo corporativo, formado por una silueta circular en forma de sol con dos elementos en su interior, obra del artista local Ángel Francisco Villalta Jiménez, como informa en nota de prensa.
El autor del nuevo escudo corporativo señaló durante su presentación que “además de la silueta circular, sigue con una media luna en la parte inferior a modo de pedestal para los emblemas que representan las advocaciones marianas que aquí se veneran, por un lado, de la orden carmelita por nuestra Señora del Carmen y, por otro, de la orden de predicadores dominicos que llevan por bandera a la Virgen del Rosario”.
Aparecen ambos completos con sus leyendas que hablan de valores a tener en cuenta en un cristiano, el del Carmen “nos anima a arder en celo por nuestro Señor Dios de los ejercicios para defender nuestra fe hasta el final y el de los dominicos nos recuerda los pilares de la orden, alabar, bendecir y predicar la buena nueva, cosa que podemos extrapolar a la raíz de este grupo parroquial, la costalería y como sobre los pies del costalero y a la voz del capataz se hace catequesis publica en la calles de nuestra ciudad” .
UN LLAMADOR
Siguiendo con la descripción, también aparece en el centro de estos tres elementos (emblemas y luna) una cartela con el llamador, como recuerdo del primitivo escudo y aludiendo al bendito oficio que fue cusa inicial de esta corporación.
“Recogiendo lo que se dijo al principio, y siguiendo lo que marcan los padres de la iglesia, ellos relacionaban la figura de Dios con el sol, por ello está profusamente decorado y rodeando todo el conjunto y la de su bendita Madre se relacionaba con la luna, defendían que esta no puede brillar y sin el astro Rey, es decir, María nos da su gracia a través del Señor, por eso cierra en escudo en todo el centro una cruz arbórea, que nos puede recordar la celebración de la santa cruz con los más pequeños cada mayo, pero responde a lo más fundamental que nos tiene que mover, la fe en Cristo”.
Precisamente del madero y del sol pende un rosario de perlas, de blanca pureza que se entrelaza con los lazos uniendo los elementos y dibujando el anagrama mariano, “estando en su centro una medalla en la que se lee a Jesús por María, cerrando el ciclo, siendo la Madre de Dios nuestra unión siempre con Jesús”.
“El rosario acaba con una cruz de Calatrava, símbolo de la parte de nuestra diócesis a la que pertenecemos”.
SEGUNDA TERTULIA
Por otra parte, también se celebró la segunda de las tertulias programadas dentro del ciclo “Una afición sin límites” del grupo parroquial, que tuvo una gran asistencia.
