Quixote Innovation, asociación valdepeñera sin ánimo de lucro que está integrada por personas que trabajan en el ámbito de la transformación digital, la ciencia ciudadana y la innovación en Castillla-La Mancha, está coordinando en la región la impresión de viseras en 3D para proteger del coronavirus.
La iniciativa se enmarca dentro de la ‘resistencia Maker’, un movimiento solidario global que ha surgido para poder apoyar localmente con la fabricación digital a la falta de productos desechables en hospitales, residencias y todas las personas que están en primera línea de la lucha contra el coronavirus.
Joaquín González del Pino, uno de los fundadores de Quixote Innovation, ha indicado que han diseñado las viseras y que el modelo ha sido autorizado por el responsable del SESCAM.
Señala que las viseras se imprimen en 3D con PLA y se le añade un PVC de 180 gramos, que es el plástico que se utiliza para las encuadernaciones; una cinta de goma para sujetar la visera y una cinta delantera de neopreno para que la visera no produzca daños en la frente.
El SESCAM recogerá las viseras con una furgoneta en las casas de quienes colaboran en esta iniciativa a medida que las vayan haciendo. Hay más de 200 personas colaborando entre empresas y particulares, que corren con los gastos de materiales e impresión para donar las viseras sin coste para el SESCAM, que será el que distribuya el material como considere oportuno, según las necesidades de la región.
González del Pino apunta que en Castilla-La Mancha hay 16 hospitales y 300 centros de salud que podrían beneficiarse de esta iniciativa. “Les viene bien, sobre todo, a los profesionales de la salud que realizan visitas domiciliarias”.

Asegura que las viseras están testadas y que se pueden limpiar con alcohol sin degradarse. “Los prototipos han pasado varias pruebas”. “Buscamos recursos innovadores y hemos probado varias calidades, comprobando la ventilación y que no se empañen, así como que no sean caros”.
Señala que hay otras iniciativas en otros puntos de España como respiradores, otro tipo de viseras y sistemas de geolocalización para evitar aglomeraciones. “Nosotros hemos optado por una línea inmediata para paliar la situación de los profesionales de salud, que sea rápida y efectiva. Hemos visto lo más viable, dentro de nuestros medios. Luego puede que hagamos respiradores”.
Explica que la impresión en 3D de cada visera lleva entre una hora y media y dos horas y media.
Ha pedido la colaboración de personas que tengan PLA, gomas elásticas, PVC de 180 gramos y cinta adhesiva de neopreno, para que la aporten, así como la colaboración de personas que tengan impresoras 3D. “Nosotros les pasamos el archivo para que se lo descarguen”.
Quien quiera ayudar, puede ponerse en contacto con info@quixoteinnovation.com o enviar mensajes de Whatsaap al 605 40 09 55.
También apunta que mandan las viseras desmontadas y señala que quizás hagan falta voluntarios para montarlas.
Joaquín González del Pino agradece la participación de todos los implicados en esta iniciativa. Cree que para el lunes podrían tener unas 700 viseras.