El vídeo del párroco de la iglesia del Santísimo Cristo de la Misericordia, Emilio Jesús Montes, de la misa del 4 de octubre, al final de la cual pedía más implicación de los feligreses para colaborar económicamente para ayudar a pagar las obras del templo antiguo del Santísimo Cristo de la Misericordia, ha causado gran revuelo en los últimos días en las redes sociales y los medios de comunicación, incluso nacionales, apareciendo en programas como “Zapeando” de La Sexta este lunes.
En el vídeo, el párroco recuerda lo que ha costado la obra, indicando que “nadie me ha preguntado cuanto nos ha costado y lo que falta por pagar” y dice que ha costado 1.100.00 euros, poniendo 600.000 la parroquia, 325.000 el Ministerio de Fomento, 170.000 el Ayuntamiento (incluyendo cuando lo arreglaron por fuera) y 50.000 Iberdrola.
Señala que faltan 80.000 euros por pagar, porque 60.000 euros “es de ellos”, que es un préstamo con Globalcaja, y más de 20.000 “que habría que juntar”.
Explica que se está pagando con las suscripciones de la gente, que son cantidades que van entre 6 y 50 euros. “Yo les he hecho la trampa a algunos diciendo que si eran quienes me dijeron que les subiera a 10, haciéndome el tonto”. También dice que hay gente que se ha enfadado con él por no hacer el bautizo y les han quitado el recibo de 50 euros.
Asimismo, dice que le duele que haya matrimonios trabajando los dos y que paguen poca cantidad e igualmente señala que hay quien le ha dicho más de 15 veces que le iba a dar la cuenta para que le cobrara el recibo y no lo ha hecho. “Me llamó para que le buscara un puesto en la inauguración y digo, estás el primero tú”.
Montes afirma que se calla muchas cosas, aunque “que yo me calle no significa que sea tonto. Me doy cuenta de quien da y quien no da”.
Señala que el problema es que hay gente que se quiere borrar porque ha acabado la obra, pero dice que queda dinero por pagar.
El párroco declara que entiende que haya gente que se haya borrado porque se haya quedado sin trabajo o porque se haya muerto.
Pone ejemplos de personas que contribuían porque “realmente amaba a la parroquia”.
Comenta que el dinero de la colecta, “el euro que echáis”, vale para pagar la luz (500 euros al mes), los seguros (800 euros al año), el agua, los servicios de la parroquia, para entregarlo a Cáritas…, y que las obras se pagan con los recibos.
“El domingo que no venís y no ponéis, los gastos siguen”. Dice que “cuando ha habido confinamiento, ha habido que sacar el dinero de los recibos”.
Emilio J. Montes asegura que él y sus padres pagan recibo a la parroquia y también comenta que el dinero desgrava a Hacienda.
Anima a los feligreses a que se piensen pagar recibos, “porque la parroquia tiene que tener unos fijos para seguir adelante. Queda hacer muchas mejoras, como el aislante para no pagar 1.500 euros de luz cada mes en invierno por la calefacción, así como pagar lo que se debe”.
Apunta que ha habido regalos de familias como el retablo del Espíritu Santo o el cuadro de Juan Pablo II. “Me decían si a este lado no va a haber nada. Sí va a haber, pero cuando podamos pagarlo”, añade.
Montes afirma que “debemos sentirnos orgullosos, sobre todo, los que hemos dado, porque en ocho años hemos juntado 600.000 euros para pagar una obra que parecía imposible”. “Y ya la veréis. Es una obra que merece la pena”, decía, puesto que la misa en la que está este discurso tuvo lugar antes de la inauguración de las obras del templo.
También indica que, además de la obra, la parroquia ha seguido ayudando a los pobres, haciendo obras sociales, pagando las facturas… “Pero depende de todos. Lo mejor es tener un mínimo asegurado, según las nóminas que entren en una casa”. “Si luego vienes a misa, pones un euro o dos, pero no podemos depender de que vengas”.
“Os pido a los que estáis apuntados que sigáis y a los que os lo estáis pensando, que lo penséis, que diez euros es lo que vale una ronda de cervezas. Tampoco es la ruina de tu casa, pero la parroquia cuenta con un seguro”.
Las redes sociales han recogido duras críticas al sacerdote por su discurso, que podía verse en el YouTube de la parroquia, pero que ahora el enlace indica que “este vídeo es privado” y ya no puede verse. Sin embargo, hay extractos del vídeo que están en las redes sociales y que sí pueden verse.