El estudio, publicado en la prestigiosa revista suiza Toxics («Tóxicos»), alerta de la elevada peligrosidad de este tipo de proyectos y de su impacto para la salud humana y el medio ambiente, por lo que desde “Sí a la Tierra Viva” instan a las autoridades a no permitir el nuevo proyecto de tierras raras de Quantum Minería “Neodimio”, previsto para la provincia, que afectaría a localidades como Valdepeñas, Torrenueva y Santa Cruz de Mudela, especialmente.
“Hacemos una llamada de urgencia a los poderes públicos en defensa de la salud pública y de la sociedad”, ha declarado la abogada Mª Carmen Morallón, quien ha indicado que tenemos unos derechos constitucionales y el Estatuto de Autonomía, que recogen el derecho a la salud y al medio ambiente, por lo que los políticos tienen “la obligación de velar por los intereses públicos y garantizar los derechos constitucionales”.
Ha añadido que se deben evitar riesgos potenciales, que son sumamente dañinos, así como mirar por el desarrollo socio-económico de la zona.
Raquel López, vicepresidenta de “Sí a la Tierra Viva” ha manifestado que desde la plataforma no quieren este proyecto, como tampoco quisieron el de hace siete años, indicando que el estudio que presentan alerta de la peligrosidad del proyecto para la salud.
Dicho estudio recoge 113 investigaciones de expertos sobre los efectos de las tierras raras en el organismo humano, realizados en China, Estados Unidos y Australia, donde se han visto los efectos de este tipo de minería en la población.
Ha comentado que la comarca no vive de la minería, sino del sector primario, de los servicios y del turismo rural “y este tipo de minería daña todo esto”.
La doctora de Atención Primaria Virtudes Bravo ha enumerado entre los efectos para las personas que están expuestas a las tierras raras, en las que se ha detectado este tipo de minerales en cabello, orina y sangre, problemas en los pulmones, el sistema respiratorio, el sistema cardiovascular, efectos dañinos en el ADN, enfermedades neurológicas y neurodegenerativas, que afecta al desarrollo neuronal y conlleva trastornos neurológicos, afecta a la memoria, disminuye los glóbulos blancos pudiendo desencadenar leucemia, provoca anemia, afecta al sistema reproductor masculino y a la fecundación con aumento de riesgo de aborto en mujeres, afecta al tejido óseo, a la tiroides, a las hormonas del ciclo menstrual, puede provocar cáncer, reduce la capacidad motora en los niños …
“Los efectos son devastadores. Es un problema de salud pública mundial y hacemos un llamamiento a la defensa de la salud pública. Ningún proyecto puede estar por encima de la salud de la población”.
Raquel López ha comentado que la explotación se otorgaría para 9.000 hectáreas, aunque la empresa dice que solo actuará en 100, “pero no lo creemos. Es un negocio muy suculento. Supondría un desastre para la salud pública del Campo de Montiel, para sus productos, sus denominaciones de origen, el turismo rural…”.
Ha añadido que la explotación sería para 30 años, prorrogables hasta 90 años, lo que supone una gran exposición durante mucho tiempo, teniendo en cuenta que la explotación sería a cielo abierto y habría contaminación atmosférica, con residuos de torio y uranio en pequeñas cantidades, pero por mucho tiempo.
La contaminación atmosférica, según ha dicho, afectaría a la cadena alimentaria, pasando de las plantas a los animales y los seres humanos.
“No estamos en contra del desarrollo tecnológico, pero no puede perjudicar a nuestra calidad de vida y suponer un daño irreparable. Debe primar el principio de protección y cautela y debe detenerse este proyecto. A los habitantes de la zona no se les puede obligar a exponerse a este daño. La rentabilidad económica no puede ser el único criterio a tener en cuenta”.