FS VALDEPEÑAS 4 |
UMA ANTEQUERA 1 |
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Mendiola, Mimi, Manu García, Dani Santos y Nacho Pedraza -cinco inicial- Juanan, Caio, Zamo, Iván Quintín, Jota y Rodrigo. | Gonzalo, Carlos Corredera Miguel Conde, Cala y Miguel Fernández -cinco inicial- Juanra, Crispi, David Velasco, Dani Ramos, Dani Aguilera, Conejo (p.s.) y Óscar. |
ÁRBITROS Miñano Martínez y Ropero Lara. |
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GOLES 1-0 (11′) Dani Santos. 2-0 (17′) Mimi. 3-0 (20′) Juanan. 3-1 (26′) Juanra. 4-1 (37′) Nacho Pedraza, de doble penalti. |
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INCIDENCIAS Partido correspondiente a la 28ª jornada en Segunda División de fútbol sala, disputado en un abarrotado Virgen de la Cabeza de Valdepeñas con unos 1.000 espectadores. |
Valdepeñas es de Primera División. Ya lo pueden decir con orgullo sus jugadores, sus técnicos, sus directivos, sus aficionados y toda la ciudad. No es un sueño, es una realidad. Atrás quedaron los golpes dolorosos de los últimos tres años contra Brihuega, contra Gran Canarias y contra Elche. Eso ya es pasado. El presente es una fiesta inmensa, esperada y deseada desde hace tiempo que todos se merecen. Y el futuro es la máxima categoría del fútbol sala nacional, la de los grandes, en donde estará el año que viene el FS Valdepeñas tras ganar a Antequera y empatar Burela en Mengíbar. Celébrenlo todos como se merece, salten, canten, toménse una o varias botellas de vino, inhíbanse en la Plaza de España. Estos jugadores y entrenadores, Leo Herrera y Pau Yepes, han hecho historia en un encuentro inolvidable. Disfrútenlo.
¡Celebración en el vestuario azulón!#VamosMasseyCastro #FSValdepeñas #APrimera pic.twitter.com/T58IMCz1Jf
— F. S. Valdepeñas (@FSCiudadDelVino) 14 de abril de 2018
Mendiola sostuvo al FS Valdepeñas en los primeros minutos. El equipo vinatero empujaba con corazón, el mismo de los 1.000 aficionados que abarrotaban el Virgen de la Cabeza, pero no divisaba con claridad la portería de Gonzalo. Todo lo contrario que Antequera, que robaba y salía con una rapidez endiablada. Afortunadamente, Mendiola sacó todo lo que le llegaba. Una y otra vez, como un muro infranqueable para mantener el 0-0.
En un instante, en un fogonazo en medio de la intensidad del juego, el partido se volvió dulce pasado el minuto 10. Manu García arrebató un balón en medio campo para plantarse solo ante Gonzalo, que evitó el dribling del jugador local con un derribo y una mano al balón fuera del área. La expulsión fue clara y, aunque la falta posterior no fue aprovechada, sí que Valdepeñas no desperdició la superioridad numérica en la pista: Mimi dobló el balón al segundo palo y ahí, en donde habitan los goleadores, Dani Santos solo tuvo que empujarla. 1-0 y el pabellón fue un delirio, el equipo estaba en ese momento en Primera División porque Burela empataba.
Con la ventaja, el FS Valdepeñas tapó mejor los espacios y evitó las pérdidas y las transiciones rápidas enemigas. El gol dio tranquilidad ante un rival que buscaba sin éxito los resquicios y que se encontró con otro golpe en la estrategia vinatera, el 2-0: un balón de banda fue a parar a Nacho Pedraza y éste lo envió al centro del área; allí Mimi, medio desequilibrado, golpeó el balón con el alma a la escuadra.
Y después hubo tiempo para más éxtasis. Para acercar el sueño. A falta de 35 segundos otra triangulación acabó en el segundo palo, el de los listos, y allí la empujó Juanan. Era el 3-0 con el que se llegó al descanso poco antes de que en Mengíbar hubiera refrigerio. Y los locales vencían 3-1 al Burela. La gloria se rozaba, a falta de 20 minutos.
En la segunda parte había ojo y medio en la pista y el otro medio en Mengíbar. En lo que dependía de sí, no había que despistarse y el FS Valdepeñas salió a por el cuarto, creando varias ocasiones en el primer minuto. En el otro campo Burela acortaba al 3-2.
En la pista azul vinatera pasaban los minutos. Y no ocurría nada, luego eso era bueno. Aunque esto del fútbol sala es imprevisible y en un minuto sí ocurrieron. Y no fueron buenas. Burela empató en tierras jienenses y Juanra recortó distancias para Antequera (26′). Había que seguir trabajando duro para mantener la victoria. Todavía valían los resultados.
Así se entró en los últimos diez minutos de ambos encuentros. Y Antequera presionaba; Valdepeñas cerraba en defensa con casta y Mendiola lo hacía bajo palos. Aguantaban los azulones, que también se estiraban hacia arriba sin éxito, en medio de una tensión palpable. Solo cinco minutos aquí, menos allí.
Y Valdepeñas sentenció con poco más de 3 minutos por jugar gracias a un doble penalti anotado por Nacho Pedraza. Era el 4-1. Y en Mengíbar acabó el partido con empate. Estaba hecho, había que jugar los últimos dos minutos de fiesta, de celebración antes del pitido final tras el que llegó la gloria esperada. Valdepeñas se convirtió en equipo de Primera. Y se vivió una fiesta de abrazos, aplausos, alegría, emoción, lagrimas… La que se deseaba desde hace muchos años.