Fiel a su cita de cada Miércoles Santo, a las 21:00h, la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena y Nuestro Padre Jesús Cautivo salía de la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz y San Juan Bautista a las calles de Valdepeñas para realizar su Estación de Penitencia.
Fe y fervor se sintieron durante todo el recorrido ante unas calles abarrotadas de gente que contemplaban con lágrimas en los ojos los pasos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, Nuestro Padre Jesús Coronado de Espinas y Nuestra Señora de la Esperanza Macarena.
Esta Hermandad, aparte de ser la más joven de Valdepeñas, es una hermandad sencilla, humilde y trabajadora que pertenece al barrio del Lucero y que cuenta con unos 370 hermanos aproximadamente. Los tres pasos que procesionan lo hacen a costal, uno de ellos, el de Nuestro Padre Jesús Coronado de Espinas, por un grupo de mujeres costaleras, siendo años atrás, la primera Hermandad de Valdepeñas en fundar una cuadrilla de mujeres costaleras en la ciudad.

Este año pasará a la historia de la Semana Santa valdepeñera pues dicha Hermandad se encuentra en plena celebración de su XXV Aniversario y uno de sus actos más llamativos ha sido sin duda la Estación de Penitencia realizada en la pasada noche. Con un recorrido extraordinario salía la Hermandad por vez primera de su tan querido barrio del Lucero para llegar hasta la Plaza de España donde se incorporarían a la Carrera Oficial y llegarían hasta la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, Iglesia donde tuvo lugar un rezo ante el Santísimo y la Virgen de Consolación, Patrona de la ciudad, por parte de toda la Junta de Gobierno junto con el Consiliario de la Hermandad, D.Rubén Villalta Martín de la Leona, y el párroco del Templo de la Asunción, D.Enrrique Galán Ruedas.

Noche de emoción, plegaria y devoción fue la que se vivió anoche entre todos los hermanos de la Hermandad, valdepeñeros y visitantes de otras ciudades pues para siempre quedarán en nuestras retinas momentos históricos como fue el saludo a la Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, la subida majestuosa de los pasos por la Cuesta Palacios incorporándose así a la Carrera Oficial o el bamboleo de las bambalinas del paso de palio de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena con su sonido tan característico al son de la marcha “Mi Amargura” ante una Plaza de España totalmente abarrotada de fieles. Momentos que nos hicieron sentirnos Cautivos de la Esperanza a todos los valdepeñeros.
En torno a las 2 de la madrugada regresaba la Hermandad a su templo parroquial orgullosos de la Estación de Penitencia que acababan de realizar, pues vieron como una hermandad humilde y sencilla había llegado a su primer cuarto de siglo y deseando que llegue un nuevo Miércoles Santo para volver a soñar despiertos.