El Viña Albali Valdepeñas tira de sufrimiento para vencer a Jaén y meterse en la final de la Copa del Rey. Será la tercera final en tres años para el equipo de David Ramos.

Alegría, júbilo, estallido y celebración. El Viña Albali Valdepeñas volvió a hacer historia tras meterse en la final de la Copa del Rey después de vencer a Jaén Paraíso Interior en un partido muy bonito, igualado y muy disputado. Será la tercera final en tres años después de jugar la final de la Copa de España de Málaga en 2020 y la final por el título liguero en ese mismo año. Este domingo se verá las caras con UMA Antequera después de dar la sorpresa tras vencer a Industrial Santa Coloma.

Primer tiempo igualado

El primer tiempo, como todo el partido en general, fue igualado. El 50% de posesión para uno y otro equipo dice mucho de lo que fue un partido en un Olivo Arena que volvió a vestirse de gala con más de 6000 personas en la grada, más de 1000 llegados desde Valdepeñas.

El caso es que el Viña Albali volvió a jugar contra todo y contra todos. Fiel a su estilo, y sabiendo sus limitaciones, los de David Ramos volvieron a hacer un ejercicio de sufrimiento y liderazgo. Quizá la veteranía de Lolo, Batería, Rafael Rato o Humberto es importante en este tipo de citas, pero una vez más volvieron a ser cruciales.

A los dos minutos de partido ya se animó el partido con un zarpazo de Geraghty que se estrelló en el palo y acto seguido fue Lolo el que se sacó un zurdazo para poner a prueba a Henrique. En ese comienzo de partido, el Viña Albali sometió a un Jaén que no terminaba de aparecer pese a jugar en casa.

Antes del 1-0, Felipe Mancha avisaba a Edu con un disparo de que ya había comenzado el partido, pero en ese arreón del principio, el Viña Albali golpeó primero con el tanto de Batería que enganchó un balón a bote pronto para fusilar el larguero. Con ayuda de la espalda de Henrique, el 1-0 subió al marcador. Era el minuto 7.

Pudo hacer el equipo vinatero el 2-0 en varias ocasiones, pero quizá perdonó demasiado. Primero fue Sergio González tras una gran jugada de Lazarevic y Rafa Rato. Luego fue Lemine el que solo, dentro del área, no acertó con rematar con más fe de lo debido.

Mientras tanto, el Jaén llegaba menos de lo esperado, pero cuando llegaba lo hacía con peligro, como en las jugadas de pizarra de Mauricio o Alan Brandi que pusieron a prueba al meta portugués. También lo intentó Antonio, con un zurdazo ajustado, pero Edu, una vez más, se mostró soberbio bajo palos.

Antes del descanso, los de David Ramos volvieron a perdonar hasta en tres ocasiones. Primero fue Humberto, con un disparo a bocajarro, el que obligó a Henrique a salvar a córner. Más tarde Rafa Rato llegó forzado en un dos para uno y estrelló el balón en el muñeco. Y Batería, al borde del descanso, volvió a estrellar otro balón en el palo.

Partido abierto y bonito

Tras el descanso, los protagonistas se dejaron lo mejor para el segundo tiempo con un partido bonito, de ida y vuelta, igualado y muy entretenido. Empezó apretando el equipo de Dani Rodríguez por medio de Aicardo y Jorge Santos, pero Edu Sousa se mostró fiel a sus principios. Acto seguido, Lemine y Rafa Rato volvieron a perdonar a la contra sin ser conscientes el partido que se les venía encima.

Corría el cronómetro y el Jaén empezaba a meterse en el partido y a someter a un Viña Albali que pasó sus peores momentos. Bruno Petry puso la emoción con un tremendo disparo al palo y Edu Sousa se erigió como el mejor del partido al hacer una doble parada para enmarcar a Alan Brandi.

En plena celebración de la brillante actuación del portugués, llegó el tanto del empate tras una jugada de pizarra. Mauricio sirvió para Carlitos y con su pierna mala se sacó un auténtico golazo ante la imposibilidad de hacer nada por parte de Edu ya que no vio nada entre una maraña de jugadores.

Minutos de sufrimiento

Con el tanto del empate, el Olivo Arena se vino arriba y la Marea Azulona cantaba todavía más fuerte para defender a los suyos. Reaccionó Jaén, y de qué manera, para apretar todo lo que quiso y más a un Viña Albali que se puso el mono de trabajo y tiró de sufrimiento.

Primero avisó Carlitos con un disparo cruzado que obligó a reaccionar a Edu. Acto seguido, en el minuto 32, Aicardo se sacaba un misil que se estampaba en el larguero. Sin embargo, cuando más apretaba el Jaén y más se acercaba el 1-2, apareció Matheus Preá para tirar de magia. El brasileño recibió de espaldas, orientó, se fue por el perfil izquierdo y la cruzó perfectamente para poner el 2-1 y silenciar el Olivo Arena.

Tras el gol, Lazarevic, que cada vez que cogía el balón creaba peligro, se plantó solo ante Henrique y perdonó el tercero tras estrellar el balón en el muñeco. Perdonó el Viña Albali y apareció César, solo y para empujarla en el segundo palo, para poner el 2-2 a cuatro minutos del final.

Sin embargo, el Viña Albali, sin hacer ruido y despacito, volvió a golpear por medio de Batería. El brasileño controló por la derecha, corrió hasta línea de fondo y se sacó un derechazo cruzado para poner el 3-2 a un minuto del final.

En ese último minuto, el Jaén empujó con todo, se la jugó de cinco y pidió hasta una revisión por una supuesta mano de Nano. En ese minuto, los de Dani Rodríguez tuvieron hasta tres ocasiones claras para haber igualado la contienda, pero ni Carlitos, ni Bruno Petry en dos ocasiones, consiguieron batir a un inspirado Edu Sousa.

Tras el bocinazo final, alegría y júbilo en la pista y en la grada por ver a un Viña Albali que vuelve a hacer historia tras meterse en la final de la Copa del Rey y donde se medirá este domingo, a partir de las 21:30 horas, a UMA Antequera por conseguir el primer título de su historia.