Varios centenares de profesionales sanitarios del Hospital General Universitario de Ciudad Real se han concentrado este viernes ante la puerta principal del centro hospitalario para expresar de forma “enérgica” su “más firme rechazo hacia el episodio de gran violencia acontecido el pasado lunes” y en el que se produjeron graves disturbios en la quinta planta del Hospital General de Ciudad Real y que derivaron en agresiones a personal sanitario y agentes de la Policía Nacional.
La directora gerente de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real, Isabel Campanario, ha explicado que desde el equipo directivo, en coordinación con el Comité de Salud Laboral, los representantes de los trabajadores y profesionales del centro han querido con esta concentración condenar “firmemente” cualquier tipo de agresión al personal sanitario, añadiendo que “ningún tipo de violencia es tolerable, ya sea física o verbal, a las personas que nos están cuidando día a día”.
A este respecto, ha indicado que entienden que “ante una situación de enfermedad de un ser querido hay situaciones emocionalmente difíciles, pero ello no justifica en ningún caso cualquier acto de violencia”.
También ha querido agradecer la labor realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que acudieron a su llamada para ayudarles, a la vez que ha querido hacer un llamamiento a la concienciación ciudadana para “hacer entre todos una reflexión colectiva, pues tenemos que pensar qué es lo que está ocurriendo, ya que no podemos atacar a una persona que se está dejando la piel cuidando día a día por nuestra salud”.
Remitiéndose a los hechos en cuestión, Campanario recuerda que “ante el ingreso de una persona que estaba en una situación crítica, se produjo una acumulación de muchísimos familiares en la planta de hospitalización, llegando un momento en que la situación se hizo insostenible hasta el punto de producirse agresiones”.
«TANTA AGLOMERACIÓN DE GENTE NO ES COMPATIBLE CON UNA ACTIVIDAD ORDINARIA, ALGO QUE SE DEBE EVITAR»
La directora gerente de la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real ha indicado a su vez vez que generalmente se intenta que no se produzca una alta concentración de personas de una misma familia, a lo que ha añadido que “los familiares pueden tener acceso a su ser querido que se encuentra enfermo, algo que funciona bien en el día a día. Pero tanta aglomeración de gente no es compatible con una actividad ordinaria, algo que se debe evitar”.
También ha querido romper una lanza a favor de los vigilantes de seguridad que, desde su punto de vista “hacen un papel extraordinario cada día», apuntando que «incidentes como los que sucedieron el pasado 2 de junio son muy poco habituales. De hecho, no recuerdo que se hayan producido en otra ocasión”.
Sobre los profesionales que fueron agredidos, Campanario ha explicado que están colaborando con las autoridades competentes para poder testificar todo lo que vieron durante los hechos, añadiendo que “a pesar de que están nerviosos y alterados por lo ocurrido, se encuentran razonablemente bien”.
Asimismo, ha adelantado que, de manera urgente, los miembros del Comité de Salud Laboral, realizarán una reunión para “estudiar todas las medidas pertinentes, con el fin de llevar a cabo lo que sea necesario”.
LECTURA DE UN MANIFIESTO
Durante la concentración, los profesionales sanitarios convocados por la Junta de Personal del Hospital General Universitario de Ciudad Real han leído un comunicado en el que han señalado que “todos los profesionales sanitarios dedicamos nuestro esfuerzo proteger la salud de los ciudadanos, y acompañar al enfermo y sus familiares durante sus procesos”, añadiendo que “lo razonable sería poder llevarlo a cabo sin miedo. Sin embargo, tras hechos como los del día 2 de junio, parece imposible”.
Han indicado que, en los últimos años, las agresiones verbales, físicas y psicológicas contra el personal sanitario “han crecido”, apuntando que “estamos viviendo un aumento en los episodios de violencia en centros de salud y en hospitales, donde se producen insultos, amenazas e incluso agresiones físicas, lo que genera inseguridad y miedo a los trabajadores, y pone en riesgo la atención sanitaria que ofrecemos a todos nuestros ciudadanos”.
Por este motivo han querido recordar a la ciudadanía que “agredir a un sanitario es atentar contra la salud pública y contra la salud de todos”.
Por todo ello han adelantado que los miembros del Comité de Salud Laboral se reunirán de forma “urgente” para “trabajar juntos en la consecución de medidas, que en este momento se ha mostrado insuficientes ante el nivel de violencia del episodio vivido por nuestros compañeros”.
También han mostrado su deseo de que “seamos capaces, todos juntos, de preservar y garantizar la protección del sanitario para poder seguir cuidando de los ciudadrealeños, tal y como hemos hecho siempre y hemos querido hacer”.