Los sesenta alumnos de Educación que han participado en la última convocatoria de prácticas en territorio saharaui han relatado esta mañana su experiencia durante las dos primeras semanas de marzo en el Sáhara en una reunión a la que ha asistido el presidente de la Diputación Provincial, José Manuel Caballero, y el decano de la Facultad de Educación, Emilio Martínez Torres.
Desde su puesta en marcha en 2004, en el programa de prácticas en campamentos del pueblo saharaui han participado en torno a mil quinientos estudiantes de la Facultad de Educación.

Para Caballero, esta iniciativa es un complemento con mucho valor para su formación universitaria por lo positivo de que puedan empaparse e imbuirse de otras realidades educativas del mundo, especialmente aquellas que se producen en entornos de conflicto, de vulnerabilidad y de dificultad educativa y social, como es el caso de los territorios saharauis y de las gentes que allí habitan.

“Y nos parece que es una formación complementaria que tiene mucho valor porque no son ellos realmente los que van a enseñar a los niños saharauis, sino que son los estudiantes los que van a aprender y a adquirir conocimientos y sensibilización respecto a lo que significa la cooperación internacional y la ayuda humanitaria que creemos que hace falta en quienes luego han de trabajar con nuestros niños y niñas”, manifestó el presidente de la Diputación.
Apuntó que el doble objetivo de esta iniciativa es socializar y dar a conocer el idioma y colaborar con los profesores saharauis y aportarles contenidos y materiales a los niños y a docentes que están en el Sahara, al mismo tiempo que se favorece el proceso de sensibilización, de aprendizaje, de reconocimiento de otras realidades de los que ahora se están formando y muy pronto serán maestros y maestras en las escuelas de nuestro país.

Caballero recordó que la Diputación colabora desde sus inicios en este programa que ha sido incluso reconocido y premiado, y que se ha desarrollado de continuo salvo por periodos de conflicto en los que no era recomendable su realización, así como durante la pandemia.
“Este es un programa de los que decimos siempre que vale más que lo que cuesta”, indicó Caballero, que subrayó que compensa el gasto del viaje con su alto valor educativo.
Concluyó Caballero apuntando que esta iniciativa refuerza el vínculo de la provincia con el pueblo saharaui, con quien también se desarrolla el programa ‘Vacaciones en Paz’. Un programa que ha sufrido con la pandemia un notable descenso de familias para acoger en verano a niños saharauis. “Esperamos que estos chicos que acaban de estar allí y los que estuvieron en cursos anteriores sean unos altavoces de esa iniciativa y que la sociedad de Ciudad Real caiga a la cuenta de la importancia de acoger niños durante el verano y de realmente contribuir a ese objetivo de vacaciones en paz”.
