Los versos de los poetas de la Generación del 27 inundaron este viernes el Archivo-Museo Ignacio Sánchez Mejías de Manzanares por el aniversario de la muerte del diestro. Como relata la elegía por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías de Federico García Lorca, fue el 11 de agosto de 1934, a las cinco de la tarde, cuando el torero que amó las letras recibió la fatídica cornada que le llevaría a la tumba dos días después.
El rapsoda Pedro Morallón Ballesteros interpretó con una voz fluida y vivaz, que solapó a la perfección con los arpegios del guitarrista Adrián Fernandez, poemas relacionados con la tauromaquia elaborados por la Generación del 27. El mundo del toro, el enfrentamiento del hombre contra el animal y el juego con la muerte, estimuló durante décadas la pluma de literatos e intelectuales, y los poetas de la Edad de Plata de la Cultura española no fueron menos.
De la elegía de Lorca a ‘El gato montés’ de Penella
Poema cumbre de la tauromaquia, la elegía abrió a las ocho y media de la tarde el recital ante un público de alrededor de cincuenta personas, que abarrotó el patio de columnas del museo. Después siguió ‘Como el toro’ y ‘Llamo al toro de España’ de Miguel Hernández, ‘Torerillo en Triana’ y ‘Suertes y lances del toreo’ de Gerardo Diego, y ‘Toro en el mar’ de Rafael Alberti. Versos relacionados con el aspecto cultural y estético del toreo se sucedieron junto a otros dirigidos a ensalzar la tauromaquia.
Tras la poesía musicalizada siguió la “música taurina” con pasodobles de sobra conocidos como ‘Gallito’ de Lope Gonzalo, ‘Francisco Alegre’ de Quiroga, ‘El gato montés’ de Penella y ‘Suspiros de España’ de Álvarez Alonso, para el disfrute de un público en el que hubo presencia de la Peña Taurina Ignacio Sánchez Mejías de Manzanares.