Llega uno de los días marcados en rojo en todos los calendarios de Villahermosa. Este sábado 27 de abril tendrá lugar la tradicional ‘Traída’ de la Virgen de la Carrasca, desde el santuario que lleva su nombre hasta la iglesia de Villahermosa. Un recorrido de 14 kilómetros repleto de convivencia, disfrute, fervor y devoción por Nuestra Señora de la Carrasca, una virgen muy venerada en la comarca del Campo de Montiel que reunirá a unas 8.000 personas en el municipio. Una cifra suele aumentar hasta los 15.000 en la romería de septiembre.
La celebración organizada por la Asociación Hermanos Virgen de la Carrasca arrancará antes. Este viernes, a las 22:30 horas, habrá unos mayos a la virgen en el Santuario. Ya mañana, habrá una misa a las 12:30 horas, para arrancar a las 16:30 horas la ‘Traída’. Los quintos de Villahermosa, los jóvenes que alcanzan esta mayoría de edad, portarán la Virgen hasta la localidad, mientras que las quintas harán lo propio con la bandera. “No hay orgullo más grande para alguien de Villahermosa que portar a su morenilla”, asegura Ángel Cano, alcalde del municipio.
Como manda la tradición, en el trayecto se hará un descanso en el paraje de la ermita del Azuer, donde se han autorizado barbacoas para reponer fuerzas. Sobre las 22:00 horas llegará la Virgen a Santa Ana y media hora después está prevista su entrada a la plaza del municipio, para iniciar después la veneración de la talla.

Como día grande para Villahermosa, tras la música de la charanga La Escandalera, el Ayuntamiento ha preparado un gran espectáculo de luz y sonido nunca visto en la comarca, un gran montaje que cuenta con un equipo de más de una veintena de personas para hacer disfrutar de la madrugada a todos los vecinos y visitantes, en especial a los más jóvenes.
El domingo finalizará la programación con actos religiosos: veneración y rosario a la virgen de ocho a diez de la mañana y misas a las 12:30 y a las 20:30 horas en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
La Virgen de la Carrasca tiene una bonita leyenda. Según la tradición, la Virgen María se apareció a un pastor llamado Juan Cortés, natural de Villahermosa, en la Catedral de Toledo. Al ver imagen tan bella, decide llevársela para su pueblo. Antes de salir, lo ven y sufre una pena de prisión por hurto. Al salir de la cárcel, se encuentra a la Virgen en lo alto de una carrasca y le expresa su decisión de avisar a Villahermosa de que está en ese lugar. Los habitantes de Villahermosa marchaban hasta aquel paraje, a unos 14 kilómetros del pueblo, cuando pudieron contemplar ese bello resplandor: la Virgen María. El pueblo acuerda construir una ermita en el lugar de la aparición y homenajearla con una fiesta, y antes del final de la construcción, Juan fallece. Se dice que se enterró su cuerpo debajo de la parte de la ermita que ya estaba construida. Encontrándose el lugar entre las localidades de Fuenllana, Alhambra, Villahermosa y Carrizosa; querían arrebatarse el culto de una a otra, y sin llegar a un acuerdo, dejan que la Virgen escoja su pueblo. La leyenda dice que la Virgen escogió quedarse en Villahermosa. Desde entonces, se vendría celebrando la Romería de Nuestra Señora de la Carrasca.