En la jornada de ayer, miércoles de ceniza, tenía lugar en Villanueva de los Infantes el tradicional entierro de la sardina. Decenas de curiosos, de todas las edades, se acercaron hasta la Casa de Cultura para velar a doña sardina. Tras las oportunas condolencias, fue portada en procesión alrededor de la Plaza Mayor, en un cortejo fúnebre al que se fueron sumando los vecinos.
Se asaron en la parrilla sardinas y patatas que fueron degustadas por los asistentes, junto a una copita de vino, en un acto organizado por la Concejalía de Festejos que coordina Ana Belén Rodríguez Gallego. A continuación, Doña Sardina fue incinerada, poniendo fin al Carnaval 2020.
