La IV edición de la Ruta de las Cuevas de Villanueva de los Infantes comenzaba este jueves como una oportunidad única para visitar uno de los recursos turísticos más interesantes de la localidad, y que resulta inaccesible para el público general durante el resto del año, informa el Ayuntamiento en nota de prensa.
Se calcula que en el subsuelo de Infantes perduran unas cincuenta cuevas, siete de las cuales han abierto sus puertas en esta jornada, la mayoría pertenecían a antiguos palacios y casas señoriales, y eran utilizadas como bodegas o fresqueras, para la conservación del vino y otros alimentos. Otras, en cambio, cumplían la función de aljibe o incluso servían de enterramiento, como es el caso de la cripta de Santo Tomás de la Iglesia de San Andrés.
Previamente, visitantes y curiosos han podido conocer la importancia histórica y arquitectónica de estas construcciones en las ponencias realizadas en el patio de la Casa de Rueda por el informador turístico local Damián Solís Llario y por José María Díaz Navarro, autor del libro “Las Cuevas, memoria de un patrimonio singular de Tomelloso” y presidente de la Asociación de Amigos de las Cuevas de Tomelloso. Solís repasaba la tipología y realizaba un análisis histórico e etnográfico de las cuevas infanteñas, mientras que Díaz Navarro las vinculaba con sus homólogas tomelloseras, destacando la importancia de estas en el desarrollo del municipio, por ser esenciales en la elaboración del vino y de otros productos fundamentales de su industria.