Los agricultores del Campo de Montiel, en especial los de Villanueva de los Infantes, hacen balance este martes de la catástrofe que el episodio de ‘gota fría’ o DANA de finales de agosto ha dejado en los campos de cultivo de la comarca, en plena temporada del pimiento y en vísperas de la vendimia.
“Las secuelas agrarias son brutales”, anticipa Pedro Plaza, de Asaja Villanueva de los Infantes, organización que se suma a la petición de que se declare zona catastrófica no solo Infantes, sino seis poblaciones más afectadas por el pedrisco, Almedina, Torre de Juan Abad, Villamanrique, Fuenllana, Carrizosa y parte del término de Alhambra.
Y este es de Matilde Bejarano. También de Infantes. Se aprecia la trasera de un coche rota por el pedrisco. Viento de 54 kn/h e intensidad de la precipitación 12.2 mm/10 min pic.twitter.com/WNtVFasxV1
— AEMET_Cast-La Mancha (@AEMET_CLaMancha) August 27, 2019
Más que una nube de granizo
Lo de ayer por la tarde en Infantes fue más que una nube de granizo, “lo que cayó del cielo fueron pelotas de pimpón de más de tres centímetros. Menos mal que el pedrisco más fuerte no duró más de cinco minutos, si llega a seguir lo hace polvo todo, el pueblo y el campo”, afirma Plaza.
La organización, que lleva todo el día en contacto con los agricultores, estima que entre el 60 y el 70 por ciento del término municipal infanteño está afectado por la tormenta, y hay parcelas completamente irrecuperables de pimiento, viña y olivar.
“En muchos casos la vendimia será inviable, y lo poco que se pueda salvar intentarán recogerlo cuanto antes”, apostilla Plaza.
Precisamente esta semana se iba a reunir el consejo rector de la cooperativa infanteña para establecer el día de apertura, “con lo ocurrido suponemos que lo harán en breve para evitar que se pudra el poco fruto que se pueda salvar”.
El pimiento, destrozado y también la mata
Los únicos que se han librado de la catástrofe son los cerealistas, el resto de agricultores de leñosos y hortofrutícolas tendrán unas importantes pérdidas, sobre todo los del pimiento, que ya se había empezado a recolectar. “Se ha perdido entre el 80 y el 100% de la cosecha de pimiento de este año, y lo peor es que el granizo ha destrozado el fruto y la mata, lo que condiciona cosechas futuras”.
Daños en el olivar: la cosecha al suelo
En las parcelas de olivar, donde entró de lleno la nube, Plaza menciona otro problema, “ha tronchado ramas tiernas y ha tirado al suelo el 80 por ciento de la cosecha, lo que significa que esas aceitunas no se pueden recolectar ya, es más alto el coste que dejarlas ahí”.
Otros daños agrícolas y ganaderos afectan a vehículos, naves agrícolas, tejados, caminos rurales e infraestructuras de riego.
Oficina de información para recopilar datos
El Ayuntamiento de Infantes ha anunciado que abrirá una oficina de información para que todo el mundo que haya tenido pérdidas por la ‘gota fría’, tanto en el casco urbano como en el campo lo declare y se puedan solicitar ayudas.
Esta tarde la cooperativa Nuestra Señora de la Antigua y Santo Tomás de Villanueva está celebrando la asamblea de bodega (en el auditorio de La Encarnación puesto que el salón de la cooperativa está dañado por la tormenta). En ella estaba previsto dar información a todos los agricultores afectados tanto de viñedo como de olivar y se valorarán los daños en la comarca.
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— José Martínez (@josermafe) August 26, 2019
Nunca una granizada de este calibre
Nunca antes una tormenta había tenido efectos tan devastadores en Villanueva de los Infantes. “Tengo 53 años y no recuerdo nada igual, desde luego no con estas dimensiones de granizo y tantas hectáreas afectadas”, afirma Pedro Plaza.
21 litros en una hora
La tormenta asociada a la DANA que provocó ayer inundaciones y daños en poblaciones de Madrid, Ávila y Toledo ha dejado 21 litros por metro cuadrado en Villanueva de los Infantes entre las 18.40 y las 20.40 horas de la tarde.
Lo más duro del fenómeno, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología, se vivió a las 18.40 horas, diez minutos en los que cayeron 12 litros, con una racha de viento asociada de 54 kilómetros por hora y granizos como piedras, de 3,5 centímetros de diámetro en algunos casos.