La Casa de Cultura “Alhóndiga” de Villanueva de los Infantes se ha convertido durante esta semana en sede de la XXV edición de las Jornadas Literarias “Nuevos cauces de la literatura y el arte”, organizadas por la Asociación Cultural Luciérnaga.
Tras el concierto inaugural del cantautor Fernando “El Bardo” el pasado 20 de julio, la programación del ciclo ha continuado hasta el 27 de julio con diversidad de ponencias y actos culturales, como indica el ayuntamiento en nota de prensa.
Durante la noche del domingo las jornadas se trasladaban al Centro de Holografía y Artes “Dados Negros”, que acogía la proyección de la película “Zurbarán y sus doce hijos”, un documental realizado por la cineasta nominada al Goya Arancha Aguirre. El film, estrenado en 2020 en la Seminci, gira alrededor del mundo de la serie “Jacob y sus doce hijos” de Francisco de Zurbarán, uno de los artistas pictóricos más importantes del Barroco español.
No ha sido la única colaboración de las Jornadas Literarias con el centro “Dados Negros”, ya que los artistas holográficos becados en su residencia, Boris Aparicio Tejido y Mayte Barranco Crespo, han presentado también sus últimos trabajos como parte de este ciclo cultural.
El mundo del cómic ha estado igualmente representado en las Jornadas Literarias, a través de la ponencia llevada a cabo por Adrián Fernández Delgado, dibujante, diseñador de personajes y storyboarder de animación.
La literatura, como no podía ser de otra manera, ha sido también una de las grandes protagonistas de estas jornadas, personificada en verso por el poeta Carlos Marzal, y en prosa por el novelista Martín Casariego. El primero presentó su último libro, Euforia, y el segundo charló amigablemente con los asistentes sobre la experiencia de la escritura, en una conferencia que tituló “Contarlo para vivir”. Ambos autores coincidieron en su admiración por Francisco de Quevedo, insigne escritor del Siglo de Oro estrechamente vinculado a Villanueva de los Infantes, pues es en esta localidad donde falleció en 1645 y donde reposan sus restos.
El viernes, el dramaturgo David Vélez presentó el montaje “Las mansiones líquidas. Luciérnaga 25”, una apuesta por lo experimental y conceptual que se aleja del teatro convencional para convertirse en una profunda reflexión sobre el arte de la poesía. La obra persigue la belleza a través del amor, una belleza que va más allá de cualquier condición física o psicológica, y que consigue escapar del cuerpo, esa “mansión líquida” que nos encierra, condiciona o seduce. Todo ello en una puesta en escena en la que la luz y el sonido fueron tan partícipes como un elenco de actores que mediante movimientos erráticos y danzas expresionistas otorgaron cuerpo físico a los versos de Vélez. El dramaturgo, que también se ha ganado el título de poeta, despedía su creación con una apasionada declaración de amor, no solo a la poesía, sino también a Villanueva de los Infantes.
Finalmente, en la noche del sábado los hermanos Cubero fueron los encargados de poner el broche de oro a las Jornadas Literarias, con un concierto de clausura en el que los músicos alcarreños combinaron la música tradicional castellana con el country americano deleitando a un público que los despidió en pie con una sonora ovación.