Marcos G. Merino, madrileño de nacimiento e infanteño de elección, acaba de publicar su primera obra: ‘Septiembre puede esperar’, un conjunto de historias en las que desgrana su vida a través de un lenguaje sencillo y plagado de referencias a la cultura popular de finales del siglo XX y principio del siglo XXI.
El pasado martes 19 de noviembre, casi un centenar de personas se reunieron en el Café Manuela, en Madrid, para asistir a la presentación de su primer libro. El autor estuvo rodeado de familiares y amigos en un día muy especial para él y, tras contar algunas anécdotas y leer uno de los textos inéditos de la obra, firmó libros para todas las personas asistentes.
‘Septiembre puede esperar’ reúne las historias que Marcos ha escrito durante la última década y muchas otras que no habían sido publicadas de ninguna otra manera. El amor, la amistad, los viajes que ha hecho en los últimos meses, sus inquietudes o las grandes preocupaciones de cualquier joven con una vida relativamente fácil son los temas a través de los cuales giran sus textos.
En las páginas de su obra debut cuenta las vivencias de cualquier chico de su edad: las personas con las que ha crecido, las ciudades que le han marcado, las chicas con las que ha aprendido a madurar, sus veranos y sus momentos en Villanueva de los Infantes, lugar del que se siente parte y en el que transcurre gran parte de su vida.
Con una prosa sencilla, ‘Septiembre puede esperar’ va destinado a cualquier tipo de público y aspira a remover algo en el interior de las personas que lo lean. Al fin y al cabo, no deja de ser el relato de un niño que creció en el lugar del que alguien no quiso acordarse y que a él le pareció lo suficientemente importante como para ponerlo en la portada de su primer libro, ilustración realizada por Ana Santos Fernández.
