Entre 10.000 y 12.000 personas –según la organización- han despachado este domingo tonelada y media de pisto manchego con magro, al estilo infanteño, en la decimosexta edición de la Fiesta del Pimiento por la que Villanueva de los Infantes empieza a ser buscada en Castilla-La Mancha.
A la localidad, en la red de Pueblos más Bonitos de España, capital del Campo de Montiel y vinculada a la vida de Francisco de Quevedo, le sobran atractivos para merecer una visita, que esta fiesta del pisto no ha hecho más que potenciar en los últimos años.
Pistos más gigantes que el del Guinness
Los infanteños, que en 2016 dieron la campanada al conseguir que su pisto de 1.256 kilos entrara en el Guinness de los Récords, no desuncen y aunque no tienen por qué llevan dos años cocinando pistos todavía más grandes que el Guinness (que tuvieron que pesar sin carne para desbancar al ratatouille vegetal, lo único parecido al pisto).
Todo el pueblo implicado
Este año lo han vuelto a hacer, 1.500 kilos de pisto elaborado en una sartén más grande financiada por la Diputación. “Este es el camino de cómo hacer las cosas bien en turismo, con todo el pueblo implicado en esta actividad”, asegura David Triguero que ha tenido el privilegio de remover el pisto, en representación de la Diputación, y comprobar cómo trabajan codo con codo el Ayuntamiento de Infantes y la Asociación para el Desarrollo Turístico y de las Empresas del Campo de Montiel (Turinfa).
“Es el segundo año que vengo y tengo que felicitar a los cocineros: lo están perfeccionando tanto que este año está buenísimo”, opina Agustín Espinosa, delegado provincial de Economía y Empresas del Gobierno regional que repite por segundo año consecutivo para transmitir el apoyo de la Junta a esta fiesta, que aspira a convertirse en fiesta de interés regional.
“Nuestras fiestas y nuestros productos agroalimentarios son la mejor promoción para Villanueva de los Infantes”, apostilla el alcalde Antonio Ruiz Lucas, muy satisfecho en líneas generales del desarrollo de la actividad.
Degustar el pisto no es más que una parte del atractivo de la fiesta, que se adereza con charangas callejeras y mercadillo cervantino. La “cortá” previa del pimiento de cuatro gajos, el típico infanteño, del día anterior es digna de ver (colaboran cerca de cuatrocientos voluntarios). Y el guiso en sí, desde la siete de la mañana con fuego de leña en la plaza de la Fuente Vieja otro espectáculo.
Una cuadrilla de diez cocineros prepara el guiso que remueven con instrumentos parecidos a los rastrillos del campo. Colocar y retirar la enormidad de sartén (5,20 metros de diámetro) también lo es, se necesita una grúa.
Y por último los pesos oficiales de los productos con los que se ha elaborado el pisto 2018 difundidos por Turinfa: 2.000 kilos de pimiento (donados por El Abuelo Manolo y la Cooperativa la Moraleja), 1000 de tomate, 360 de carne, 150 litros de aceite (de la Cooperativa Virgen de la Antigua y Santo Tomás de Villanueva) y 30 kilos de sal.
La próxima cita, el primer domingo de septiembre del año que viene. Avisados quedan.