El alcalde del Villar del Pozo, Felipe Pulla, señala que la población –en torno a 90 habitantes, el pueblo menos habitado de la provincia de Ciudad Real- ha vivido “con total normalidad” la crisis sanitaria del coronavirus.
En declaraciones a Lanzadigital.com, el alcalde añade que hay que tener en cuenta que “al haber poquita gente y ser en su mayoría personas mayores no han salido mucho y se han respetado las normas”.
Desde el Ayuntamiento, dice, se las ha provisto de elementos de protección, mascarillas, geles, se han desinfectado las calles, “pero ellos han sido geniales porque lo han respetado todo muy bien y, cuando han tenido que salir, han salido respetando las distancias”.
Con respecto al proceso de desescalada, añade, “ellos que son mayores, que no salen mucho, tampoco es que les ha afectado mucho que hubiera desescalada o no hubiera desescalada”.
“Como en todos los pueblos –dice- tienen temor a que ahora, en el verano, venga gente de otros municipios a sus segundas residencias a o ver a los familiares y que puedan traer algún contagio”.
Sobre esta situación, el alcalde considera que “tampoco podemos decir que venga nadie o que no venga nadie, las puertas del pueblo están abiertas y tendrán que venir quien quiera si aquí tiene casa y que quieran venir a pasar aquí unos días, bastante han estado, donde hayan estado, arrestados”.
Incluso, explica Pulla, algunas personas que les pilló el estado de alarma en el pueblo y “no se han podido ir a sus ciudades, Madrid, Toledo, a ver a sus familias”.
El pueblo ha estado libre de contagios hasta última hora. “Hay un afectado ahora, que tuvo síntomas, se le hicieron las pruebas y que está en su casa recuperándose bien, según me dicen los sanitarios”, señala el alcalde.
Suministro de comida
En el pueblo, ahora, explica Pulla, no hay ninguna tienda de alimentación. El suministro de comida se ha seguido haciendo como se hace de manera normal, con la venta ambulante de comerciantes que se acercan a la localidad.
“Se les dijo que si querían que se les llevarán la compra, pero dijeron que no y ellos salían, una persona, cuando llegaba el panadero, el frutero o una persona que venía con un arcón frigorífico para productos congelados”, remarca el alcalde. ”Al ser un pueblo tan pequeñito, se ponían en cuatro esquinas y se cubría todo el pueblo”, dice.
No prohibido nada
El alcalde relata que no se ha prohibido la venta ambulante, como si ha ocurrido en otras localidades de la provincia. “Nosotros no hemos prohibido nada, lo que sí hemos hecho es no abrir la piscina, al ser gratuita y no poder controlar el aforo, suspender las fiestas de San Juan, la semana cultura y algún que otro acto”, señala.
Medidas
Además de contar con la colaboración de patrullas de la Diputación de Geacam, Pulla señala que desde el Ayuntamiento, todas las semanas, se ha desinfectado con un tractor de un agricultor del pueblo.
Con respecto a mascarillas y otros elementos de protección, cuenta Pulla, todos han sido surtidos por el propio Ayuntamiento.
En este sentido, se ha dotado a toda la población de mascarillas, guantes y geles y, ahora, añade, se está pensando en volver a entregar más material allí donde lo necesitasen.
Ayuntamiento
Por lo que se refiere al funcionamiento del Ayuntamiento, indica Pulla, el secretario ha hecho estado teletrabajando y el administrativo ha ido al Consistorio.
“Lo único era que, si tenía que atender a alguien, le llamaban y, si podía, le deba la respuesta por teléfono y recogía lo que necesitara o se le llevaba a su casa”, cuenta el alcalde.