El parque nacional de las Tablas de Daimiel resiste el cuarto año de sequía en la cuenca alta del Guadiana con 528 hectáreas encharcadas, la cuarta parte de la capacidad del humedal (1.900). Son unas trescientas menos que en octubre del año pasado y no es el peor escenario que se ha vivido en el paraje, cuyo subsuelo ardió literalmente en el verano de 2009.
“Estamos en una situación preocupante, sobre todo si sigue sin llover este otoño”, ha reconocido a Lanzadigital.com Rafael Gosálvez, de Ecologistas en Acción y representante de los grupos ecologistas regionales en el patronato rector que se ha reunido en pleno esta mañana en Villarrubia de los Ojos.
Planificación hidrológica ya
“Lo que hay que hacer es planificación hidrológica y agraria ya. No digo que no se rieguen las viñas y los olivos pero sí recortar en herbáceos, maíz y alfalfa. No se le puede meter la misma presión al acuífero tras cuatro años secos”, señala Gosálvez, ante la posibilidad de que siga sin llover de aquí a febrero.
Si eso pasa el presidente del patronato Sebastián García ha explicado que se adoptarían medidas recogidas en el Plan Rector de Uso y Gestión, pendiente de aprobación. Por un lado la posibilidad de recurrir a un trasvase de urgencia desde el Acueducto Tajo-Segura (que tal y como está la cuenca del Tajo parece poco probable), y por otro usar la batería de sondeos de emergencia que se abrieron en 2009 y que no fue necesario utilizar porque ese invierno llovió. “Se nos ha dicho que con esta fórmula podríamos disponer de 12 hectómetros para evitar que se seque el humedal”, asegura Gosálvez.
Calidad del agua: “No hay ni ranas”
En cuanto a la calidad de las aguas y el estado de la avifauna el respresentante de los grupos ecologistas lamenta que la situación de vertebrados, “según nos ha informado el director del parque”, recalca, es tan mala que “no hay ni ranas”, un indicador de la mala calidad del agua de las Tablas.
Este otoño las cifras de aves no son malas en cuanto a garzas y cigüeñuelas, que se desenvuelven bien en ambientes secos, pero no así de anátidas, “los datos son un desastre”, explica Gosálvez.
122.000 visitas en lo que va de año
En lo que va de año 122.000 personas han visitado el parque nacional de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, y las estimaciones que se manejan son llegar a los 160.000 al final de año, lo que sería una cifra similar a la de todo 2016, según fuentes del Ayuntamiento de Daimiel.
Las mismas fuentes aseguran que Montserrat Fernández, directora adjunta de Parques Nacionales se ha referido a la “sequía tan extrema” que afecta a un ecosistema donde también se tiene activado el programa de actuación para mejorar la calidad del agua.
El comité científico está estudiando otras alternativas que mejoren la turbidez del agua, además de la captura de carpas cuyos “elevadísimos costes” de unos 150.000 euros, ha dicho, consiguen retirar “solo un 10% de la población” de esta especie invasora. “Es un dineral, para lo poco que se consigue”, ha dicho, por eso se evalúan nuevas fórmulas.