La localidad de Villarta de San Juan, como cada 24 de enero, ha vuelto a celebrar su fiesta grande, Las Paces, en un día “espectacular”, como comentaban muchos vecinos, que les ha permitido disfrutar de la virgen en su pleno esplendor y a los coheteros poder lanzar sus “cobetes” sin vigilar la dirección y la fuerza del viento.
Desde primera hora de la mañana, el estruendo de los cohetes rompía el silencio del amanecer y vaticinaba el día grande de la localidad. Según ha ido avanzando la mañana, los vecinos han ido llegando a la iglesia para presenciar la homilía y, después, recibir entre vítores, aplausos y gritos a la voz de “guapa”.
A la una en punto de la tarde la virgen ha comenzado a recorrer el pueblo, mientras que las más de 25 peñas coheteras de la localidad, conformadas por 300 lanzadores, han ido abriendo paso a la imagen de la Virgen de la Paz entre los centenares de personas que se agolpan en las aceras del recorrido procesional.
La alcaldesa de la localidad, Irene Ruiz, en declaraciones a los medios de comunicación, ha destacado que estos días, especialmente el 24 de enero, se viven con mucha emoción por parte de los vecinos de Villarta, aunque ha querido aclarar que “no solo los villarteros viven Las Paces con emoción, sino muchos vecinos de pueblos cercanos que cada año se acercan a disfrutar de este día tan especial”.
La primera edil ha pedido a la patrona del municipio que Villarta “crezca, avance para que pueda ser un pueblo de referencia”. Además, también ha agradecido que la virgen “nos haya dado este buen día”, ya que en un principio amenazaba lluvia.
2.000 docenas de cohetes en apenas tres minutos bajo el nombre de ‘Operación 2.000’
A las tres y cuarto de la tarde llegaba la ansiada y esperada ‘Operación 2.000’, una singularidad de estas fiestas que la hace única. 2.000 docenes de cohetes que explotan en apenas de tres minutos cuando la patrona llega a la iglesia de San Juan Bautista de la localidad, conocida entre los vecinos, como ‘la iglesia vieja’.
El río Cigüela, o Gigüela para los vecinos de Villarta, es el testigo de la ‘Operación 2.000’, donde pueden observar la batería formada por 2.000 docenas de cohetes (24.000).
Tras el estruendo asolador de los 24.000 cohetes, que hacen vibrar literalmente toda la localidad de Villarta, la virgen se ha dirigido hacia su iglesia, donde descansará hasta el próximo año. Pero antes, los vecinos han pujado por ser ellos quienes el próximo año porten a su patrona a hombros por las calles de la localidad.