El Santuario de la Virgen de las Cruces de Daimiel vivió un nuevo encuentro entre los mozos que suelen portar a hombros a la patrona. Décimotercera edición en la que participaron más de una veintena de personas, entre mozos, miembros de la junta directiva de la hermandad y colaboradores.
Tras la misa, en la que dieron gracias por la protección de la Virgen hacia los mozos que no tuvieron ningún incidente en los últimos traslados, también tuvieron un recuerdo por todos aquellos fallecidos en el seno de la hermandad. Finalmente, todos ellos disfrutaron de una jornada de hermandad donde se compartió igualmente conversación y comida.