Promover el envejecimiento activo y ayudar a mayores vulnerables a combatir la brecha digital y la soledad son los objetivos de la Asociación de Voluntarios de Informática de Centros de Mayores de Castilla la Mancha (AVICEMCAM).
Se trata de 180 jubilados -la mayoría hombres- con ganas de seguir en activo que, de manera organizada y colaborativa, participan en programas de dinamización personal y colectiva de sus iguales, principalmente de las personas con dificultades para su capacitación tecnológica.
La informática es la correa de transmisión que utilizan con los usuarios en los talleres que imparten de la mano de la Fundación Bancaria ‘La Caixa’, que desde hace 22 años financia sus recursos, explica el malagonero de 75 años Fermín Monteagudo, presidente de Avicemcam.
Realizan actividades de voluntariado tecnológico, social y cultural, de apoyo y difusión a los proyectos de la entidad bancaria, y también en colaboración con los servicios de Bienestar Social.
Sus actividades también se enmarcan dentro de la iniciativa Mayores en Red para un envejecimiento activo y saludable.
“El movimiento” de la asociación surgió en 1998 cuando dicha fundación instaló unos ordenadores en el centro de mayores de Guadalajara. Allí “empezaron las clases como voluntarios”, mientras que cinco años después los primeros participantes impulsaron la constitución de la asociación, cuyos estatutos fueron aprobados en 2004. Fue el punto de partida de la creación de una red regional de ciberaulas, que en la actualidad cuenta con 16 ubicaciones en todas las provincias castellano-manchegas.
En la última época, desde que Monteagudo está al frente, la entidad ha conseguido más visibilidad y ha cosechado varios agradecimientos. En 2018 recibieron en Albacete uno de los Reconocimientos a la Iniciativa Social en Castilla-La Mancha, así como en mayo de 2019 la delegación local de Avicemcam fue galardonada por el Ayuntamiento de Ciudad Real en los premios a los ‘Mayores Destacados’.
Igualmente, los responsables de la prisión de Herrera de la Mancha entregaron, en la festividad de la Merced de 2019, la Medalla de Bronce al Mérito Social Penitenciario al centro de mayores de Ciudad Real por la labor de los voluntarios con los internos del Centro de Inserción Social (CIS).
Una gran salida tras la jubilación
Monteagudo recuerda su entrada en Avicemcam en 2011, desde que se jubiló como comercial de máquinas de oficina. Fue 8 de julio cuando ya sin obligaciones laborales se levantó a las 7,30 horas, tal era su costumbre, y se dio cuenta de “que no tenía que ir a ningún sitio” y que incluso “ya no disponía de la furgoneta de la empresa”. “Es muy duro quedarte a cero en tu casa, cuando siempre has estado muy activo en la calle”, reflexiona, a la vez que celebra su labor como mayor ‘tecnologizado’.
Avicemcam también ha sido para Ángel Galán, otra de las caras visibles de la asociación en Ciudad Real, una gran salida social y mental para ocupar su tiempo libre tras dejar el trabajo en activo. “Es un reto ocupar el tiempo cuando llegas a la jubilación”, relata quien ha sido visitador médico en las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Toledo. “Mi jornada era muy extensa y no paraba”, evoca. De mucho a nada, decidió invertir la proporción a través de ordenadores, tablets y móviles.
“Es difícil de gestionar todo el tiempo cuando antes las jornadas de 24 horas se te quedaban pequeñas”, comenta, a la vez que valora su proactividad desde el minuto 1 de su jubilación. “Podía convertirse en un drama y tenía que ser inquieto. Por eso me fui al centro de mayores con el ánimo de ampliar mis conocimientos básicos de informática”. Y de ahí a enseñar a otros “nociones” tan primordiales como “lo que es una pantalla, que el ratón no muerde y que la CPU es la torre con la información”. Todo, “con una terminología entendible para romper el hielo y coger confianza”. Y con mucha paciencia.
16 ciberaulas
La asociación reúne a 16 ciberaulas, dos en Albacete, dos en Toledo, y el resto en Ciudad Real, Alcázar de San Juan, La Solana, Puertollano, Valdepeñas, Almansa, Villarrobledo, La Roda, Cuenca, Guadalajara, Illescas, y Talavera de la Reina.
Todas están representadas de manera ponderada en la Junta Directiva y están ubicadas en los centros públicos de mayores (en la capital en el de la calle Alarcos), donde imparten no sólo talleres de informática, sino actividades de acción social con el acuerdo previo de sus directores.
Hasta antes de la llegada de la pandemia “se hacían talleres de bolillos, manualidades, y relajación”, además de los de informática para como en el caso del CIS enseñar a los usuarios “a manejar el word para hacer el currículum y la carta de trabajo”.
Proyectos
Avicemcam participa en numerosos proyectos de la Consejería de Bienestar Social, como es el caso de la novedosa actividad que iniciarán en los próximos días, dirigida a mayores en soledad dentro del programa Mayores en red. Gestionado por Inciso Integración, el programa será pilotado en tres puntos de la región: la capital ciudarrealeña, y las localidades de Casas de Fernando Alonso (Cuenca) y La Roda (Albacete).
Participará un total de 30 personas mayores sin recursos, que recibirán tablets con conexión para su alfabetización digital ofrecida por los propios mayores y por personal técnico de Inciso.
El objetivo es que después de la formación básica puedan interactuar con los dispositivos entre los beneficiarios de cada localidad. También podrán mantener conexión con familiares y conocidos a través de las redes, con el fin “de que no se sientan tan solos”, aclara el presidente de la asociación, Fermín Monteagudo.
Mayores discapacitados
Otro de los programas más exitosos en los que la entidad de mayores están participando es ‘Intercapacidades’, dirigido a 50 mayores con discapacidad intelectual. Es la secuela de la experiencia piloto desarrollada en 2019 con usuarios del centro ciudarrealeño de la Fuensanta. “Para nosotros fue muy satisfactoria, porque alguno salió sabiendo pedir una cita médica”, explica Monteagudo.
En esta ocasión, el proyecto está financiado por la Fundación Mutua Madrileña, y nació de la colaboración entre Plena inclusión Castilla-La Mancha, Inciso Integración, Avicemcam, y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
Pensado para su desarrollo presencial en varias provincias de la región, tuvo que ser “reformulado” para adaptarse a un escenario virtual tras la llegada de la pandemia.
Un día a la semana, cada voluntario de los ocho grupos de la asociación de mayores participantes se ha conectado con ‘su clase’ de usuarios de las distintas asociaciones. De Ciudad Real hay de la capital, de Villanueva de los Infantes, Alcázar de San Juan, Tomelloso y Puertollano.
Los alumnos “se entretienen mucho y ponen mucho empeño”, destaca Monteagudo, que avanza que la segunda parte del proyecto “ellos nos van a dar a nosotros clases de lectura fácil y de discapacidad”.
También tienen en cartera desarrollar otra acción de promoción del voluntariado en Castilla-La Mancha, a través de un proyecto patrocinado por la Junta de Comunidades. “Nos ha financiado un taller de dinamizadores para que nos podamos actualizar un poco”.
Los mayores voluntarios desarrollan los proyectos “lo mejor que podemos”, con la única recompensa “de la satisfacción moral”. “Que te reconozcan por la calle y te saluden ya es una gran retribución para nosotros”, sostiene.