Vox denuncia en un comunicado los ataques que está sufriendo “de forma sistemática” en la provincia de Ciudad Real, los últimos en la capital, Campo de Criptana y Calzada de Calatrava, donde durante la noche de difuntos y tras la pegada de carteles que dio inicio a la campaña electoral han aparecido pintadas en las que se les compara con los nazis y les tildan de “fachas”.
En opinión de esta formación política se trata de “ataques directos a la libertad de expresión y de pensamiento”, que denotan la “persecución y el ensañamiento” que sufre Vox.
“Pintadas intolerables en propiedades privadas que afiliados o simpatizantes de Vox están sufriendo en diferentes puntos de nuestra provincia y ante las que sólo podemos expresar nuestro más contundente rechazo y nuestra más firme condena”, señala la nota.
Vox afirma que es un partido “repleto de personas trabajadoras y comprometidas con España; profesionales prestigiosos de todos los ámbitos que valientemente defienden sus ideas de forma impecablemente pacífica a pesar del constante escarnio que tienen que padecer sólo por situarse al margen del gran consenso progre: médicos, transportistas, maestros, obreros, empresarios, estudiantes, agricultores, abogados, ganaderos, autónomos… la lista es interminable”.
El partido liderado por Santiago Abascal se define como “un partido democrático que representa a millones de españoles, que merece todos los respetos por ajustarse a la ley, que en ningún caso ha provocado altercado alguno” y que, sin embargo, “es forzado a sufrir los ataques y el señalamiento de los auténticos radicales, los auténticos extremistas, los auténticos ultras que hacen de la violencia su forma de comunicación”.