Hacía años que no se vivía una Romería de Alarcos tan multitudinaria como la de este domingo de Pentecostés. Pese a que la salida de la Iglesia de San Pedro, no ha acumulado tanta gente como en otras ediciones, los vecinos de Ciudad Real y sus pedanías se han ido sumando a lo largo del recorrido, para completar una subida a Alarcos, emocionante, multitudinaria y de récord.

El comentario general a modo de saludo hablaba del tiempo. «Corre el airecito, pero se está muy bien», y tal vez ha sido eso lo que ha invitado a completar el recorrido kilométrico a pie, como marca la tradición romera, a la que han acompañado las canciones a la Virgen y una devoción que aguardaba para ser compartida en la calle hasta este domingo que significa tanto para Ciudad Real y sus pedanías.
Uno de esos vecinos que han realizado el camino a pie, ha sido el propio alcalde de Ciudad Real, Francisco Cañizares, acompañado por miembros de la corporación municipal y por su familia. Sonreía al culminar la cuesta, esa que obliga a reclinar el cuerpo hacia delante, buscando el aire antes de entrar a la ermita.

Cañizares se mostraba «muy contento de ver así la ermita de Nuestra Señora de Alarcos, tan llena de gente, tan llena de vida y con tantas ganas de disfrutar esta tradición tan nuestra como es la Romería de Alarcos».

El regidor ciudadrealeño ha subrayado que es «un día muy emotivo», que en esta edición ha congregado a miles de personas a los que ha acompañado el buen tiempo y las ganas de vivir la devoción por la Virgen de Alarcos.
«En este cerro de Alarcos se arraigan gran parte de nuestros orígenes y estamos encantados de que la gente suba hasta aquí en familia, con mucho cariño para vivir este día tan especial». Justo al terminar la frase, hacía la aparición la Virgen, portada a hombros por decenas de jóvenes, que han encarado los últimos metros del repecho, acelerando el paso, como marca la tradición, para completar una entrada a la ermita marcada por la emoción, la dificultad y los vítores a una Virgen que ha sido agasajada con jotas manchegas.

Silvia Fernández, la hermana mayor de la Hermandad de Alarcos
Muchos ojos se han encharcado fruto de los recuerdos, esperando a su Virgen. Son muchos quienes la esperan y con la que comparten sus sueños y sus miedos; de ahí la cercanía que se siente hacia su figura, que se intensifica aún más cuando se comparte con los seres queridos.
Una de esas personas que ha vivido el momento desde la emoción y la voz entrecortada ha sido Silvia Fernández, la hermana mayor de la Hermandad de Alarcos para la que se cierra un ciclo, pasando el testigo de la fe a una nueva hermana.

Según ha explicado a Lanza, «este año ha sido muy especial», porque todos los preparativos han llevado algo de ella, de la hermana mayor de Alarcos, que es un honor que se multiplica cuando la devoción viene tan enraízada a una familia.
Sobre lo vivido, comenta, «ha sido un sueño. Es verdad que también se trabaja mucho para inculcar esta tradición y que hacer que la Hermandad esté más viva que nunca, pero se hace desde el cariño y la amistad que nos une y eso facilita todo».
Confiesa que delante de la fachada principal de la Ermita, usa gafas de sol para disimular unas lágrimas imposibles de frenar. «Ha sido un momento muy emotivo ver cómo mis amigos portan a la Virgen con la fe que lo hacen, junto a mi hermano, mis primos…es imposible describer lo que he sentido, pero ha sido muy bonito y un recuerdo imborrable».

Lo más importante, ha concluido, «es que esto pase de generación en generación y mantengamos una tradición que significa tanto para nosotros». Ahora, señala, «es momento de pararse, de sentarnos con la familia y con nuestros amigos y disfrutar de un día maravilloso».
Frasi López: «Ha sido increíble»
A su llegada a la ermita, la presidenta de la Hermandad de la Virgen de Alarcos, Frasi López, se mostraba también entusiasmada. «Ha sido increíble la cantidad de gente que ha participado en la romería desde que hemos salido de San Pedro».
Dada la alta participación de personas en cada una de las actividades que se han programado en estos días festivos, López se felicitaba «no sólo por lo que estamos viviendo, sino también por la cantidad de gente que se ha interesado para ser hermanos de nuestra hermandad».
«Estamos haciendo muchísimas cosas, algunas novedosas como el boletín informativo que nunca se había sacado tampoco y todo ello, está teniendo una alta aceptación».