Los vecinos de Albaladejo, sobre todo los más jóvenes, esperan ansiosos la llegada del Domingo de Resurrección para cumplir con la tradición de la Carrera del Niño con la que cierran su Semana Santa de una manera particular con una celebración singular y emocionante.
La carrera empieza a primera hora de mañana, concretamente a las ocho en punto cuando al compás del himno nacional se abren las puertas de la iglesia y los jóvenes del pueblo irrumpen dentro y sacan en andas con gran devoción la imagen del Resucitado que es conocido como El Niño.
Comienza así una carrera trepidante que durante unas dos horas recorre varios puntos del pueblo y los alrededores que obligan a los corredores incluso a ir campo a través. Lugares como la Ermita de San Isidro, El Olmo, las Eras del Puntal, la Virgen de la Cueva o la cooperativa de aceite son alguno de los lugares por los que pasa el Resucitado de Albadalejo con el objetivo de bendecir al pueblo, los campos y las cosechas. Algo que se lleva haciendo durante generaciones.


Otro de los momentos cumbre es en la Plaza de la Constitución donde se produce el encuentro con la Virgen del Rosario, que cambia de manto al ver a su hijo resucitado. En este punto se realizan tres vueltas corriendo protagonizadas por jóvenes, niños y mujeres. Las dos imágenes, entonces entran en la parroquia rodeada del compás de tambores y lo rezos de perdón se suceden.
Una tradición que no impide la lluvia, comenta Lorenzo Cano de la Hermandad del Nazareno, por que seguro que la carrera se celebrará aunque se acorte el recorrido. Y es que esta Carrera del Niño es una tradición que los vecinos de Albaladejo «sienten mucho, hay un fe y un fervor impresionante».