Cerca de ciento treinta figurantes y cuarenta voluntarios hicieron posible esta iniciativa que va por su octava edición y que todos los años cuenta con un gran éxito, como puede verse por la gran cola de personas de la ciudad y de localidades cercanas que esperan su turno para poder ver este preludio de la Semana Santa, que este año fueron unas 1.400.
Los pases comenzaron a las siete de la tarde desde la Travesía San Blas.
Se pudieron contemplar once escenas, situadas en la plaza de toros, la parroquia de Nuestra Señora de la Paz y San Juan Bautista y los alrededores de ambas.

El párroco, Rubén Villalta destacó que la idea es seguir celebrando la Pasión Viviente. Opina que, una vez que se superó la pandemia y la iniciativa se ha seguido celebrando tras dos años, tendrá continuidad. “La gente colabora mucho y a los ciudadanos les gusta”.
El año pasado se retomó tras la pandemia y ya se utilizó la plaza de toros para albergar varias de las escenas, como este año, algo que gustó mucho.

El teniente de alcalde de Festejos y Deportes, David Sevilla, tuvo palabras de agradecimiento para la parroquia por organizar esta actividad, que da el pistoletazo de salida a la Semana Santa de Valdepeñas, y también para los voluntarios.
Resaltó la gran cola de personas interesadas en ver esta Pasión viviente, incluidos ciudadanos de otras localidades, y deseó que la iniciativa siguiera muchos años.

Por su parte, Francisco Fernández, encargado de coordinar las escenas, comentó que se ha querido separar las escenas más que otros años para que haya un efecto sorpresa entre una y otra.
Agradeció la labor de todos los que colaboran en la Pasión Viviente, desde el párroco hasta los figurantes, maquilladores, guías, diferentes concejalías…
Desde la organización se agradeció la importante colaboración del Ayuntamiento de Valdepeñas, así como la del centro de Jardinería las Jaras, de Antigua-T y de Protección Civil.
