El Barrio del Moral ha celebrado este domingo la fiesta del Manteo del Pelele, una tradición que viene de lejos en esta popular barriada de Tomelloso. Los vecinos del barrio, con mayoría de mujeres, se han divertido con esta antiquísima costumbre que se celebra en el Domingo de Resurrección.
Presenciando esta curiosa tradición ha estado el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro; los concejales del equipo de gobierno, Benjamín de Sebastián y Manuel Marquina; el presidente del barrio, Antonio Buitrago. A la vez que se manteaba el pelele, los vecinos le dedicaban algunas estrofas y canciones en medio de risas y buen ambiente. «El pelele chico le dijo al grande bájame la cesta que tengo hambre”. En la plazoleta del barrio, junto a la estatua de Félix Grande, las vecinas recordaban antiguas fiestas del pelele y los más pequeños también han tenido oportunidad de mantear su pequeño pelele.

Después los vecinos han compartido unas tortas con chocolate y han alargado risas, recuerdos y conversaciones hasta bien avanzada la tarde.
Como explica la investigadora, escritora, y colaboradora de Lanza, Pilar Serrano de Menchén, Después del recogimiento y celebración de la Semana Santa, cuando llega el Domingo de Resurrección, numerosos pueblos y ciudades de nuestro País celebran la fiesta del Pelele: muñeco de tela, rellenado antiguamente con paja y trapos viejos, el cual representa a Judas Iscariote, el apóstol que vendió a Jesucristo por treinta monedas de plata, representado con mofa en un muñeco que era colgado en los balcones y ventanas de las casas la noche del sábado al Domingo de Resurrección y, posteriormente, después de la fiesta del manteo, con gran algarabía era quemado.
Según anota el Diccionario de autoridades (1732) el término Judas tiene dos significados: “El que falta traidoramente al amigo, que se confió del. Dícese por alusión al apóstol traidor que vendió a Cristo. Llama también la figura del pelele en representación del traidor Judas, que cuelgan y queman en la calle el Sábado Santo, u otro día de Quaresma”.

También Quevedo en sus «Obras Completas» y los versos titulados «Oyente, si tú me ayudas», escribe el siguiente texto haciendo burla de los Judas:
Oyente, si tú me ayudas
con tu malicia y tu risa,
verdades diré en camisa,
poco menos que desnudas.
Grande cosecha de Judas
dicen que ha de haber hogaño:
y hasta el muchacho de un año
Judas infuso tendrá.
Ello dirá,
y si no,
lo diré yo.

No es nueva, pues, la costumbre de mantear a personas o muñecos en nuestra antigua sociedad, tal como Cervantes narra sucedió en la venta donde don Quijote no quiso pagar su estancia, y como también su escudero se negó, Sancho fue manteado por los otros huéspedes.