No pudo la lluvia con la pericia y el tesón de ‘Los Negros’ y ‘Los Corbatos’ que, con esfuerzo y unidad, lograron culminar la última procesión del Viernes Santo sin que los pasos sufrieran daño alguno a causa del agua. Las imágenes titulares de la hermandad del Santísimo Cristo del Sepulcro y la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad recorrieron imponentes las calles de Daimiel, aunque el recorrido tuvo que acortarse debido al mal tiempo.
Eran las 21.00 horas cuando la iglesia de San Pedro abría sus puertas para dar paso a la procesión que habría de culminar el Viernes Santo en Daimiel. ‘Los Negros’ fueron los primeros en salir de la parroquia en torno a las 21.00 horas, y aproximadamente media hora después salía la cruz guía de ‘Los Corbatos’. En torno a las 23.40 horas, la titular de ‘Los Corbatos’ entró en su sede canónica entre aplausos y palabras de ánimo a los portadores de los pasos, al son de ‘Corbatos’, marcha que interpretó la Banda Municipal de Música en el interior del templo.

La imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, que desde el año 1983 acompaña en procesión a ’Los Negros’, dio comienzo al recorrido. Su imponente presencia enmudeció a las numerosas personas que se dieron cita frente a la fachada de la parroquia.
Tras él, La Piedad emocionó a la multitud que fue dejando paso a la sobrecogedora figura de la Virgen María sosteniendo a su hijo, Jesús muerto. Poco después, hacía su aparición el Santísimo Cristo del Sepulcro, que protagonizó uno de los momentos más solemnes de toda la procesión. ‘Los Negros’ estrenaron el pasado año la sábana del trono del Sepulcro, un velo de novia donado a la Hermandad por su vicesecretaria, Nazaret González de la Aleja.

Este año, la hermandad ha vuelto a proporcionar a los hermanos cirios con cera natural.
Por su parte, centenares de corbatos envolvieron a los pasos de El regreso del Sepulcro, representado por San Juan, María Magdalena, María de Cleofás y María, la madre de Jesús; y el de Nuestra Señora de la Soledad, imagen que conmovió a la multitud por su belleza y el reflejo de la desolación que siente una madre que pierde a su hijo.
El desfile procesional se ha cerrado, como es habitual, con la Corporación Municipal al completo, encabezada por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra. Tras ellos una representación de hermandades y cofradías.
A pesar de la aparición de la lluvia a última hora, la jornada del Viernes Santo concluyó con la salida de todas las procesiones.