Es el recorrido que cada Miércoles Santo realiza el Cristo del Calvario y lo hace acompañado por sus fieles devotos y por sus catorce penitentes que a lo largo de este Vía Crucis Penitencial cargan con sus cruces y cadenas en sus pies descalzos.
El silencio es la nota predominante de esta cita de la Semana Santa puertollanense que en las puertas de la Parroquia de la Asunción reza su decimocuarta estación.
Las velas que acompañan a este Vía Crucis, junto con la devoción de las personas que se suman al mismo, hacen de él y el sonido característico de sus campanillas una cita que cada vez logra más adeptos para presenciarlo en este noche de Semana Santa.
Los Discípulos de San Juan son los encargados de organizar el mismo para trasladar el Cristo del Calvario que procesionará estos días ante la atenta mirada de los puertollanenses.