La noche del Miércoles Santo en la localidad ciudadrealeña de Daimiel no pudo completarse como estaba previsto con motivo de la lluvia. La Hermandad del Santísimo Cristo del Consuelo se vio obligada a suspender su tradicional Vía Crucis cuando apenas se había alcanzado la cuarta estación. La decisión se tomó en la intersección de las calles Ruiz Valdepeñas y Mínimas, ante la inestabilidad meteorológica.

Tras la suspensión, el cortejo emprendió el camino de regreso por el mismo recorrido por el que había salido desde la Parroquia de San Pedro. Una vez en el templo, y en un ambiente de recogimiento, se procedió a la lectura de las estaciones restantes como forma de mantener viva la devoción y concluir el acto de manera simbólica.
El Vía Crucis, que este año incorporaba novedades como un nuevo recorrido y estaciones inéditas pintadas a mano, comenzó con la participación de numerosos fieles, que acompañaron al Cristo del Consuelo en una noche inicialmente marcada por el recogimiento y la emoción.

Aunque no pudo desarrollarse en su totalidad, la procesión dejó momentos de especial intensidad y participación, reafirmando la devoción que esta imagen despierta.