La ‘marea azul’ superó las dudas por la inestabilidad atmosférica y desde el barrio de Los Ángeles transmitió la fortaleza de Jesús recién apresado, ante la sorpresa de sus compañeros y con el soplón agarrando la bolsa con las monedas de la traición, y desplegó el manto de protección de la Virgen de la Salud.

A rebosar estuvo la Plaza de Jesús Cautivo para presenciar la salida de los pasos y numerosos fieles siguieron el trayecto por Carlos Eraña en dirección a la Plaza de San Francisco y de ahí a la del Pilar para recorrer el centro de la ciudad. El Coro del colegio Nuestra Señora del Prado Marianistas, integrado por unos noventa escolares de Infantil a Bachillerato, cantó al Cautivo y la Salve a la Virgen de la Salud y, entre los momentos más emotivos, muchos no quisieron perderse la petalá en la Plaza Mayor, el tránsito por el Pasaje de la Merced y el saluda a Jesús Nazareno en San Pedro.

Precisamente por los 300 años de la Hermandad del Nazareno, la Virgen de la Salud lució la cruz pectoral que recibió como obsequio de esta cofradía. Cincuenta y dos músicos de la jiennense Banda María Inmaculada de Linares alentaron el avance del palio, con blancas velas votivas por los donantes de órganos y un exorno floral de cymbidum, rosas, clavel blanco, lisianthus blanco, astromelias rosas, delphinium, lentisco y helecho.

Por su parte, la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva, con más de ciento veinte integrantes, interpretó las marchas de acompañamiento del Misterio, engalanado con flores y cirios color caramelo.

Una amplia representación de la Guardia Civil participó en la comitiva con hermanos del Misterio portando cirios azules y de la Virgen con cirios blancos, y cerca de setenta niños repartiendo estampas de los Titulares y caramelos entre los fieles.
