Pasadas las siete y veinte de la tarde comenzaba en Herencia la Procesión del Calvario, uno de los actos más representativos y esperados de su Semana Santa. La Hermandad del Señor de los Afligidos y María Santísima de la Soledad partía desde la Ermita de San Bartolomé, conocida popularmente como “El Santo”, para recorrer durante más de tres horas las calles del municipio en un ambiente marcado por el recogimiento, la emoción contenida y el respeto a una tradición centenaria.
Este desfile procesional está compuesto por dos pasos: Nuestro Señor de los Afligidos, una talla obra de José Rabasa Pérez, que destaca por su realismo expresivo y su dramatismo contenido, y Nuestra Señora de la Soledad, escultura del autor José Luis Salmerón, cuya imagen, de rostro sereno y dolor contenido, conmueve con su sola presencia. El primero es portado por 35 costaleros, mientras que la imagen de la Virgen avanza al ritmo cadencioso de 25 costaleros, que imprimen solemnidad y compás a su caminar.

Acompañados por la Banda de Cornetas y Tambores Los Siete Pasos y la Banda de Música Santa Cecilia, ambas de Herencia, los pasos avanzaban al son de marchas procesionales que refuerzan la atmósfera mística y sobrecogedora que envuelve la tarde del Viernes Santo. La conjunción entre música, silencio, incienso y devoción convierte este momento en uno de los más sentidos por los fieles y vecinos.
El recorrido
El itinerario parte de la ermita de San Bartolomé, pasa por la calle Mesones y alcanza la Plaza de España, donde se inicia la carrera oficial a la altura de la Parroquia de la Inmaculada Concepción. A partir de ahí, los pasos recorren nuevamente la plaza para adentrarse en las calles Lope de Vega, Pintor Agustín Úbeda, Francisco Fernández Mazarambroz, Convento y Colón, regresando finalmente a su punto de partida por Travesía Concepción y San Bartolomé. La llegada se produjo en torno a las diez de la noche, bajo la luz tenue de las farolas y la mirada emocionada de cientos de vecinos.

Uno de los momentos más simbólicos y esperados se produce en el convento de las madres mercedarias, donde las imágenes realizan un saludo a la comunidad religiosa. “Es un gesto muy bonito que mantenemos con cariño, las monjas rezan con nosotros y nosotras les dedicamos un saludo especial”, explicaba el Hermano Mayor de la Hermandad, José Miguel.
La procesión no está exenta de desafíos logísticos, especialmente en algunos tramos del recorrido. El vicepresidente de la Hermandad, José Luis, relataba que “lo más complicado son las calles con cierto desnivel y, en el caso del Cristo, los cables, debido a su gran altura. En esos momentos, utilizamos un sistema manual de correas para bajarlo, una maniobra delicada que requiere precisión y coordinación”.

Gradas para ver las procesiones
El Ayuntamiento de Herencia ha instalado un año más gradas a lo largo de la carrera oficial, una medida muy bien acogida, que ha facilitado el seguimiento del desfile, especialmente entre personas mayores y familias. Desde estos puntos, los asistentes pudieron contemplar detalles como el gesto que realizan las imágenes tanto frente a la iglesia como ante el convento, inclinando ligeramente las andas como muestra de respeto y devoción.
La Procesión del Calvario es mucho más que un acto religioso. Es una expresión de fe que ha sabido resistir al paso del tiempo gracias al compromiso de generaciones de cofrades y a la implicación activa del pueblo, que cada año se vuelca para mantener viva una de sus tradiciones más queridas.
Cuando quedaba apenas media hora de procesión, la lluvia ha comenzado, obligando a los cofrades a ir más deprisa para evitar que los pasos se estropeasen.
La procesión que salía inmediatamente después, la del Entierro de Cristo, ha tenido que ser cancelada con motivo de las lluvias.