La nueva túnica y los escapularios estrenados por Jesús Rescatado, la primera salida en un trono llevado por portadores interiores en la Virgen de la Soledad, con carroza remodelada, además de la nueva túnica para el Niño Jesús, han sido las principales novedades que se han podido contemplar en la procesión que tiene su inicio en la madruga del Viernes Santo, y que se prolonga hasta bien entrada la mañana.
Pese a encontrarse en obras la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción, el que fuera convento trinitario, la salida pudo celebrarse desde ese templo, acompañando en todo momento una climatología favorable. Por ese motivo, la oración que habitualmente escuchan los portadores de Jesús en esa madrugada la hizo el párroco, Óscar Casas, subido a un banco de los ubicados en la lonja del convento trinitario, debajo de la hornacina que acoge la imagen del fundador del mismo San Juan Bautista de la Concepción.
En su intervención, recordó la celebración del Año Jubilar, que tiene lugar cada veinticinco años, recordando el nacimiento de Jesús. Igualmente reseñó que este mes de mayo se conmemoran los cincuenta años de la canonización de San Juan Bautista de la Concepción, titular de la parroquia.

A las seis y media de la mañana, cuando ya un inmenso gentío llenaba el Rasillo del Convento, así como las calles adyacentes comenzaba la procesión. Tras la cruz parroquial y los ciriales desfilaba la cruz de guía y los primeros estandartes, delante de la imagen del Niño Jesús, que estrenaba túnica blanca, detrás marchaba representación de las diversas cofradías y hermandades de pasión con sus correspondientes túnicas.
La Agrupación Musical de San Sebastián desfiló delante del paso de la Flagelación, al que acompañaban sus nazarenos de capa y capirote rojo, así como túnica blanca.
A las cinco en punto solares (7 de la mañana), aparecía en el pórtico del templo la imagen de Jesús Rescatado, que era acogida por un impresionante silencio, cuando al salir es levantada por sus portadores, seguida de un aplauso general. La banda de cornetas y tambores, titular de la cofradía, desfiló detrás de la imagen, luciendo el uniforme de la marina, seguidos de numerosos files que marchan en cumplimiento de promesas, así como dos largas filas de nazarenos de túnica y capirote morados.

Cabe destacar la túnica estrenada por Jesús Rescatado, que ha sido donada junto a los escapularios. Una túnica morada austera en su adorno, sólo con los cordones dorados y el escapulario, similar a la que portan los hermanos que le acompañan.
La otra novedad, que despertó gran expectación, fue la salida a hombros de 60 portadores, repartidos en dos turnos dentro del trono de la Virgen, asimismo remodelado para esta salida.
Esa primera salida a hombros de la Virgen de la Soledad se realizó de forma magistral por los portadores. Cuando la elevaron una vez que salió del pórtico de entrada al templo, recibió el fuerte aplauso de las numerosas personas que se habían congregado para contemplar la salida. La Banda Municipal interpretó la marcha “Soledad de la Madrugá”, que la compuso Francisco Mateos Aparicio.

Los nazarenos de hábito trinitario, similar al de los frailes que fundaron el convento, acompañaban a la Virgen, así como las figuras vivientes de la Verónica, la Magdalena y la Samaritana, además de acompañar el aroma del incienso durante todo el recorrido.
En la presidencia religiosa el párroco de San Juan Bautista de la Concepción, Óscar Casas, mientras que en la municipal figuraban concejales de los grupos popular y socialista, con el primer teniente de alcalde Ramón Gallego. La Banda Municipal de Música cerró el desfile procesional, interpretando numerosas marchas en el itinerario.
Y si la entrada de Jesús en su retorno al templo levanta expectación siempre, en esta ocasión también lo hizo la de la Virgen de la Soledad, muy complicada por la rampa de acceso al templo, aunque no pareció que fuera la primera vez que la realizaban. La procesión salió y discurrió con una temperatura agradable y cielo despejado y soleado.
