La procesión de Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría, ultima cita de la Semana Santa de Ciudad Real, ha tenido un final precipitado al verse sorprendida por una nube primaveral en plena Plaza Mayor. Los paraguas han comenzado a abrirse unos minutos antes entre los asistentes mientras era el Resucitado el que cruzaba la plaza.
La lluvia se ha ido haciendo más intensa hasta el punto que cuando ha sido el turno de la Virgen de la Alegría ha tenido que buscar refugio en los bajos del Ayuntamiento. De ahí la procesión ha regresado de manera precipitada a la Catedral.

El Resucitado sale puntual de la Catedral
Previamente, el Resucitado ha sido recibido por una fría mañana con cielo gris que amenazaba lluvia aunque las previsiones auguraban que de producirse estas iban a ser chubascos dispersos por lo que ha salido puntual por la puerta principal de la Catedral al compás marcado por la Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva.

El misterio de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, obra del imaginero de Morón de la Frontera, Manuel Martín Nieto, imagen naturalista y muy humana bendecida en 2019 pero que no pudo procesionar hasta 2022 por la pandemia, ha estrenado paso propio aunque en una primera fase, el definitivo no esta previsto que se pueda lucir hasta la Semana Santa de 2027.

Minutos después ha tomado la calle la Virgen de la Alegría, obra de Jesús Méndez Lastrucci, con un reluciente manto blanco, rodeada de flores primaverales y dejando el luto de los días previos atrás. Una alegría por la resurrección de su hijo también expresada a través de piezas interpretadas por la Banda de Música de Ciudad Real que la ha acompañado durante su recorrido.
Una procesión que se ha completado con una representación de las 24 hermandades de la capital. Organizada por la Asociación de Cofradías de Semana Santa de Ciudad Real, cada año se encarga una hermandad de presidirla, este año ha sido la Hermandad del Descendimiento. Un recorrido procesional que ha transcurrido con normalidad hasta llegar a la plaza Mayor, donde han hecho aparición los paraguas y ha empezado a llover con intensidad.

Una Semana Santa agridulce
Con esta procesión se ha puesto fin a la Semana Santa 2025 en la capital, una Semana de Pasión que ha sido agridulce ya que la lluvia ha tomado protagonismo en muchos momentos, como el que se ha vivido este Domingo de Resurrección, impidiendo salidas procesionales o que se pudieran completar en su totalidad.

«Nos quedamos con una sensación agridulce», ha asegurado la presidenta de la Asociación de Cofradías de Semana Santa, Yolanda Gómez, «porque todos trabajamos durante todo el año y este momento es muy especial. Todas las hermandades quieren ver a sus titulares en la calle. Disfrutar nosotros y que disfrute el público, sea cofrade o no. Pero este año algunas de las hermandades no han tenido suerte». Así ha explicado que algunas juntas de gobierno han sido valientes y han tenido que tomar decisiones «muy delicadas».