Situada en la parte Oeste de la provincia de Ciudad Real cercana al río Guadiana que separa la provincia de Ciudad Real de la de Badajoz. Al sur de su término está Puebla de don Rodrigo y al Este limita con Piedrabuena. Un lugar en el que hay restos de épocas prehistóricas como se ha documentado con la existencia de pinturas rupestres y construcciones megalíticas. El nombre de la población puede tener un origen árabe. “El campo de Arroba” era un territorio amplio que abarcaba a los actuales municipios de Fontanarejo y Navalpino. En la Edad Media se denominaba “Campo de Arroba” y en época árabe como Arrob por la abundancia de miel, nombre que derivaría en el de Arroba.
Madoz, a mediados del siglo XIX dice que “tenía 80 casas que componen una plaza, una plazuela y cuatro calles irregulares; entre aquellas se cuenta la consistorial que es como cualquiera de las otras, hallándose arruinada la que sirvió de pósito”. En ese momento había una escuela primaria de letras a la que asistían 44 niños los cuales abonaban 6 celemines de trigo cada uno. El maestro recibía además 800 reales de los fondos públicos.
Una zona que se engloba dentro de los Montes de Toledo, perteneciendo a la ciudad de Toledo hasta el siglo XIX en que parte de los municipios se independizan pasando a formar parte de la provincia de Ciudad Real con la distribución provincial de 1933. Dice don Inocente Hervás que “como quiera que todos los demás pueblos de los Montes se levantaron dentro de los términos concedidos a Arroba fueron sus aldeas o anejos hasta tanto que Toledo les concedió su concejo e hizo independientes; pero se le conservó a este pueblo el derecho que correspondía a su antigüedad y al haber sido su matriz, dándole la categoría de cabecera de cuadrilla o partido; y en él se habrían de celebrar las Juntas de los comunes o cuadrilleros”.
Cerca de Arroba, en el rio Guadiana, está la tabla de la Murciana, un espacio de especial belleza y también próximo se encuentra el espacio del Estrecho de las Hoces. Al sur del pueblo en dirección Noroeste- Sureste se extiende la sierra de Enmedio que se prolonga con la sierra de los Guindos. Elevaciones que alcanzan los 820 metros o los 860 en el Diablo en la Sierra de los Bueyes. El rio Guadiana pasa al otro lado de la sierra separándose ya en el sur de Arroba. Al norte de la población el rio de san Marcos y el arroyo Tamujoso. Al norte de la población, en posición cercana, Navalpino y Fontanarejo y al sur, separado por la sierra, Puebla de don Rodrigo. Hacia el Oeste, en posición cercana, la provincia de Badajoz con municipios como Villarta de los Montes.
Estructura urbana
La población tiene planta triangular de lados prácticamente iguales de unos 500 metros de lado. El lateral derecho es la carretera de Navalpino y el izquierdo la calle Tejar. Interiormente el eje norte sur que parte del centro de la población es la calle Real que tiene su salida por el vértice superior por la calle Cervantes. En la plaza de la Constitución se sitúa la iglesia parroquial desde donde parten calles en posiciones transversales: Cañadillas que llega a la plaza de las Escuelas, calle María Cristina y Sotanillos. Viviendas de dos plantas en parcelas que se asoman con frentes reducidos a cada una de las calles del conjunto. La visión alejada presenta la población con su forma extendida, viviendas de dos plantas con cubiertas inclinadas de teja árabe y revestimientos de enfoscados o construcciones en piedra en ocasiones. Calles inclinadas con trazados irregulares que crean el interés de espacios interiores especiales.
Una población de 467 habitantes en la actualidad y un término municipal de 61,70 Kilómetros cuadrados de superficie. Una población que se dedica en un 67% al sector servicios y el resto, por partes iguales a la agricultura y la industria. De las 2.100 hectáreas labradas cerca de 1800 se destinan al cultivo de herbáceos y unas 350 hectáreas a olivar. Ya Madoz decía que el suelo era excelente para olivas y viñas. La visión desde la carretera de acceso deja el municipio en una parte baja con el fondo de los olivares conformando la geometría del fondo de las montañas cercanas. Plantaciones que se desarrollan en las pendientes de las montañas próximas con una presencia singular definida por su geometría que parece desarrollarse en vertical. Una visión singular que da cuenta del desarrollo de este cultivo y sus posibilidades con la denominación de origen Montes de Toledo. Una imagen que podría ser la inspiración del pintor Pepe Ortega, nacido en la localidad.
La iglesia parroquial
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción es del siglo XVI y tiene tres naves algunas de ellas con arcos de rasgos mudéjares. Tiene tallas de san Sebastián, santa Bárbara, de la Inmaculada y san Roque. Ya en sus orígenes tenía por anejos a Fontanarejo, Navalpino y Alcoba con unas rentas de cuatrocientos ducados con la obligación de proveer de clérigos a los anejos y de pagarles. La iglesia era de curato perpetuo en oposición.
Hay quien dice que en su base había una basílica visigoda y una mezquita en tiempos de dominio musulmán. El edificio está construido en mampostería y ladrillo con un arco de herradura en una de las puertas laterales del templo. Existía la tradición de que los hombres debían entrar por una puerta (por la del arco de herradura) y las mujeres por otra y, además, no podían ocupar los mismos bancos dentro del templo. La iglesia tiene una torre campanario rematada por unos arcos de herradura apuntados construidos en ladrillo con una barandilla de celosía fabricada con el mismo material. Una torre que, en su sencillez, representa el volumen que sobresale del conjunto de viviendas que conforman la población definiendo la imagen general del conjunto. Las formas de los huecos de la parte superior conforman la imagen singular del edificio. En el interior, la iglesia tiene tres naves separadas por arcos de medio punto, que en el coro son apuntados. La cubierta es de madera a dos aguas que, en la capilla mayor tiene bóveda de crucería simple. Una mezcla de estilos y formas que le dan un carácter peculiar y definen un templo singular.
El entorno del municipio
A la salida de la población hacia Navalpino se tiene una vista general de Fontanarejo que se repetirá en la carretera cuidada que lleva a Navalpino y Horcajo dando una idea del espacio natural en el que se insertan estos municipios de los montes de Toledo. Una visión que va situando los municipios próximos en el entorno natural en el que se enclavan ofreciendo visiones atractivas de las poblaciones dentro de la geografía que los rodea. Arroba con el fondo de la sierra de En medio y de los Guindos situadas al sur de la población tiene también al Este la sierra de Hontanar que junto al rio de san Marcos en el Norte y el Guadiana al sur conforman el entorno natural de la población.
