Está situado al suroeste del Valle de Alcudia, cerca de Almadén, y en los límites de la provincia de Córdoba. Tiene una superficie de 102,88 km² con una población de 456 habitantes en la actualidad y una densidad de 4,52 habitantes /km².
Su población llegó a los 1804 habitantes en 1960 habiendo descendido de forma muy significativa en las últimas décadas del siglo XX hasta llegar a los 398 actuales. Desde 1940 a 1970 su población superó los mil habitantes que descendieron de forma significativa desde ese momento.
Sus orígenes y estructura están relacionadas con las explotaciones mineras que se han desarrollado en la localidad en diferentes momentos. Don Inocente Hervás dice que debe su origen al descubrimiento y explotación de la mina la Concepción Vieja. La explotación de los yacimientos de cinabrio en la comarca está documentada desde el siglo IV a. C., siendo mencionadas por Teofrasto de Ereso, aunque ya existían con anterioridad. Las minas continuaron explotándose durante la época romana, permaneciendo en actividad hasta el ocaso del imperio. Posteriormente, con los árabes, se reinició la extracción, que continuaría hasta el siglo XX.
Su desarrollo minero
La importancia de las comunicaciones ha sido siempre fundamental para la conformación de las ciudades y para su desarrollo económico. Almadenejos estaba en la ruta de la antigua calzada romana que unía Chillón con Fontanosas y por ello hay estudiosos que consideran que las primitivas labores romanas de explotación minera se encuentran en las cercanías de Almadenejos.
La población de Almadenejos está relacionada en sus orígenes con la explotación del yacimiento conocido como la mina de la Concepción Vieja, a finales del siglo XVII, momento en que se construyen unas viviendas humildes para los trabajadores. Posteriormente, el Estado construyó almacenes y oficinas, alrededor de las que se edificaron las casas sin ninguna ordenación urbana preconcebida. En estos momentos se construyó el Hospital de Mineros, en la actual plaza de la Constitución.
En 1779 se descubrieron mineralizaciones en el cerro de Gilobreros, en la Dehesa de Castilseras, por lo que se inició la explotación de un nuevo yacimiento, llamado la Mina de la Concepción de Gilobreros o la Nueva Concepción empezando su explotación en 1780. La mina estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XIX. En 1800, la Vieja Concepción se abandonó debido a su esterilidad y excesiva profundidad. Al sudeste de Almadenejos también se descubrieron las minas del Entredicho y de Valdeazogues, entre los años 1774 y 1775. La explotación de estos yacimientos evitó, tras el cierre de la Vieja Concepción, el traslado de los trabajadores a Almadén y la ruina de los edificios construidos en Almadenejos (el cerco de buitrones, el hospital, etc.).
Las minas del departamento de Almadenejos estuvieron siempre bajo la dirección del Establecimiento Minero de Almadén y desde 1802 sus trabajos técnicos fueron dirigidos por alumnos de la Academia de Minas de Almadén. La población de Almadenejos perteneció a Almadén hasta 1836.
Estructura urbana
El municipio tiene planta oval alargada con 750 metros de largo y unos 390 de ancho. La calle Carretas recorre en sentido longitudinal la población con calles paralelas en su zona sur como María Cristina y Primero de Mayo. Las calles Conducta y calle Mancha se encuentran en la zona central de la población donde se localiza la iglesia de planta rectangular y el ayuntamiento que forma una unidad de manzana con el edificio religioso. La iglesia de la Purísima Concepción, del siglo XVIII es de cruz latina con cabecera recta sobre la que se levanta un campanario cuadrado. El cuerpo principal es subterráneo y se accede al conjunto por un graderío por lo que se cree que fue levantado sobre las dependencias de la mina. En el lado el evangelio al nivel de la calle se sitúa el cuerpo del ayuntamiento. Más al Norte de esta zona está la calle Martínez Trapero y en su borde NO la plaza de toros ya en el borde de la población. En esa zona norte, también la mina La Vieja Concepción.
Con una superficie de 102,88 Kilómetros cuadrados y una población de 398 en 2022 tenía una densidad de 3,87 habitantes por Kilómetro cuadrado en esa fecha. La población tiene una actividad laboral de un 27,16% en el sector agrícola (cultivo de herbáceos en su totalidad), un 18,52 en el sector de la construcción y un 41,98 en el sector servicios. La ganadería de bovinos y ovinos es importante con más de 5.000 cabezas en cada uno de ellos.
El baritel de san Carlos
Se conservan importantes restos de arquitectura industrial minera, como el baritel de la mina de la Concepción (también conocido como baritel de San Carlos), así como antiguos hornos de fundición. Se conserva también la muralla del siglo XVIII que rodeaba totalmente la población. Contaba con cuatro puertas de acceso, estando conservada en la actualidad la de Almadén. Hervás dice. “Está este pueblo circunvalado por una muralla que mide 6 v. de altura, media de espesor, por 3275 de circunferencia, toda de cal y canto, fortificada con nueve tambores y 4 puertas de comunicación la cual fue construida desde el año 1756 a 1759 con objeto de dar trabajo y ocupación a los operarios de las Minas”.
El baritel de San Carlos está situado en una pequeña depresión al pie de unas colinas, en las proximidades de la población. Forma parte del Pozo de San Carlos de la Mina de la Concepción Nueva. Por su semejanza con otros edificios de la zona se puede datar entre 1860 y 1865 y está relacionado con la actividad minera, desarrollada en el siglo XIX en la provincia de Ciudad Real, por compañías inglesas y francesas para la extracción del cinabrio. Tiene forma poligonal de dieciséis lados, con muros de gran espesor (3 metros), construidos con mampuesto y verdugadas de ladrillo y las esquinas solo de ladrillo. Tiene una sola puerta adintelada de acceso y la parte superior de la fachada la recorre una cornisa de ladrillo con moldura y bocel. El tejado es de teja curva (árabe), de dieciséis lados con una fuerte inclinación. En dos de sus lados, aparecen unas buhardillas y se remata con un pequeño cuerpo de piedra y una veleta.
Su interior es muy austero con un solo espacio circular, de 17 metros de diámetro, cubierta por una bóveda esfero-cónica. En la parte inferior de los muros se abren vanos con arcos de medio punto, uno de los cuales sirve de entrada, encima del cual hay dos ventanas de arcos apuntados y abocinados que dan luz a la estancia. Las paredes están revestidas de ladrillo y el suelo empedrado para que no resbalasen los animales. En su interior albergaba el malacate o torno de madera (hoy desaparecido) formado por un tambor en alto, y debajo unas palancas a las que se enganchaban las caballerizas para extraer el mineral de la mina. Una estructura similar a la que se ha reconstruido en Almadén.
Un municipio situado en un entorno natural de especial belleza con una geología, una topografía y espacios naturales especialmente interesantes. Junto a ello el patrimonio industrial minero, recuerdo de otros momentos de explotación en la zona definen la riqueza de este municipio.
