Plaza de toros de Valdepeñas (Ciudad Real). Novillada con picadores. Algo menos de un tercio de entrada.
Se lidiaron seis novillos de Rocío de la Cámara, de correcta presencia. Nobles y con calidad aunque justos de fuerza.
Aarón Infantes: oreja con aviso y dos orejas.
Javier Zulueta: oreja y dos orejas.
Cristián González: oreja con aviso y oreja con petición.
Los tres novilleros salieron a hombros junto al mayoral.
El sevillano Javier Zulueta volvió a dejar patente un toreo de calidad, esta vez en la ciudad del vino que es Valdepeñas. Su toreo de capote a la verónica, tanto en el segundo como en el quinto, tuvo categoría, al igual que su toreo de muleta. Hubo temple y pulso, adaptándose a las embestidas pastueñas pero medidas de fuelle de sus antagonistas. Su faena al quinto, premiada con dos orejas, resultó exquisita.
Aarón Infantes tuvo que cuidar al primero de la tarde, que a su menguada fortaleza unió una inoportuna voltereta. El novillero de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) consiguió mantenerlo en pie llevándolo a media altura con templanza. Al segundo de su lote, cuarto de la tarde, lo recibió a porta gayola y con él disfrutó toreando, especialmente por derechazos, optando por el arrimón en el tramo final y conquistando el doble trofeo.
Cristián González perdió la segunda oreja del flojo tercero al marrar con los aceros. El salmantino estuvo encajado y firme, mientras que la entrega primó en la faena al sexto, el más serio del encierro, que fue arrastrado sin una de sus orejas.