Sobre Rafael Finat recae un título nobiliario que da nombre a la ganadería de la que es máximo representante: Conde de Mayalde. Sin embargo sus formas y actitud distan mucho de la pomposidad y abundan en naturalidad. Además rezuman un amor por la naturaleza que, lejos de quedarse en mera palabrería, materializa en distintos proyectos de conservación en los que está inmerso, y que pone en funcionamiento en la preciosa finca toledana de El Castañar, donde el lince, el águila imperial o la real campean con majestuosidad, acompañados innumerables conejos y, en algunos cercados, por cerdos ibéricos, si bien el rey de la dehesa, su verdadera joya es, como el propio Finat reconoce, el toro de lidia.
La temporada 2018 de la ganadería Conde de Mayalde no distó demasiado de las anteriores, al tratarse de una vacada consolidada y que lleva rayando a una altura notable durante varios años, como reconoce el propio ganadero. “El 2018 ha sido un año bueno. Lidiamos un total de veintitrés reses en festejos mayores entre utreros y toros, y estamos bastante satisfechos con el juego que ofrecieron. Ha habido cosas interesantes en casi todos los festejos. Y también ha habido algo importante, que es variedad.”
Entrando un poco más al detalle explica: “La corrida de Toledo de inicios de temporada salió buena. Quizás el lote que menos nos gustó fue el de Román, pero tanto a Eugenio de Mora como sobre todo a Juan del Álamo les tocaron lotes que nos gustaron, porque aunaron nobleza, bravura y toreabilidad, que es precisamente lo que buscamos, la conjunción de esas tres condiciones. Me gustó especialmente el número 53, de nombre Afrancesado, que fue el segundo de la tarde y le correspondió a Juan del Álamo.”
Conde de Mayalde no faltó a su cita anual con Madrid, la cual viene cimentada en una novillada que suele ofrecer un juego generalmente interesante. “La novillada del año pasado –afirma- me gustó. Salió alguno que manseó, pero incluso el manso tuvo emoción y terminó embistiendo.” Y apostilla respecto a la plaza de mayor repercusión del orbe taurino “Madrid es la plaza más importante para los toreros y para los ganaderos, sin restar mérito a ninguna otra. Cada plaza es cada plaza, y Madrid es Madrid. Lidiar en Madrid es un aliciente económico porque allí se paga razonablemente bien, y porque un triunfo en Las Ventas aumenta la consideración hacia la ganadería. Por eso nos gustaría poder sacar una corrida completa, pero de momento las vacas que tenemos solo nos permiten lidiar toros sueltos como sobreros.” Y como el ganadero se frena a la hora de tirarse flores, nosotros añadimos que estos sobreros han sido ejemplares frente a los que toreros como Talavante, Roca Rey o López Simón (el pasado año en el caso del torero madrileño) han cortado oreja en Las Ventas.
Siguiendo con el desarrollo de la temporada concluye “La corrida de Bargas lidiada en septiembre fue importante por varios motivos. A pesar de ser una plaza de tercera categoría, en Bargas les gusta lidiar un toro serio, es decir, que los toros que lidiamos allí podrían haber servido para una plaza de mayor categoría administrativa y, en teoría, habrían dado un juego similar, y la repercusión también habría sido mayor. Aunque lo importante es que los toros embistieron.” Y remacha “La corrida nos gustó. Fue encastada y brindó el triunfo a los toreros. A pesar de que Joyero se llevó casi toda la atención, hubo varios toros que nos gustaron.”
En aquella corrida destacó por encima de todos, efectivamente, el toro Joyero, una máquina de embestir que terminó recibiendo el premio del indulto a manos de David Mora. Bravura, humillación, nobleza, clase, duración, fijeza, ritmo, prontitud, además de trapío de plaza de segunda y alguna de primera, fueron varias de las cualidades que David Mora hilvanó con majeza con el feliz desenlace antes citado.
Las ciento cincuenta vacas con las que cuenta esta ganadería tienen dos procedencias diferenciadas como son Domecq (vía Ventorrillo) y Contreras, esta última introducida por su abuelo, y que se mantiene en la casa tanto por el factor sentimental como por el buen juego que ofrecen en el ruedo, si bien el ganadero enfatiza “Tanto lo de Domecq puro como lo que tiene cruce de Contreras sale igual de bueno o igual de menos bueno. El toro Joyero de Bargas, por ejemplo, tenía parte de Contreras y salió sensacional, pero el hecho de que tuviera cruce no significa nada. Por citar alguna diferencia, quizás lo que tiene sangre de Contreras pelea algo mejor en el caballo, pero las matizaciones son mínimas.”
La temporada 2019
Para la temporada 2019 en los cercados de El Castañar aguardan tres corridas de toros y dos novilladas picadas, además de algunas más sin picadores. Una de las de utreros irá a Madrid, y el resto, aunque ya ha habido contactos, no tienen destino cerrado.
Viendo la camada en directo, destacan sus hechuras de lomo recto, bajos de cruz y seriedad en las caras. “A toro llega –afirma Finat- la élite de cada camada, teniendo en cuenta, sobre todo, las hechuras y la nota. Todos los años lidiamos novilladas de erales con animales que proceden de sementales nuevos o que no nos gustan por hechuras o por conformación de pitones. Es muy importante saber por dónde va la ganadería, y tanto los tentaderos de hembras, los de machos o las novilladas de erales son un muy buen termómetro para tener información sobre el momento y las posibles necesidades de la ganadería.”
Si hubiera que apostar por un toro, aunque de manera reticente, Rafael admite sentir predilección por un cinqueño, número 38, bajo de hechuras, con buen perfil, de preciosas hechuras y pelo castaño, que por nota y tipo ha echado a las vacas y que, a buen seguro, se lidiará este año. Que haya suerte.