El trigésimo primer ciclo Los Toros en la Cultura ha dado comienzo en la tarde-noche de hoy martes con la intervención del matador de toros Curro Díaz y el crítico taurino Íñigo Crespo, quienes estuvieron presentados por el también cronista taurino Roberto García-Minguillán y acompañados por el presidente del Ateneo Taurino Manchego Antonio Espadas y por el Concejal de Cultura José Luis Herrera.
La sala del Museo López Villaseñor de Ciudad Real que acoge este ciclo se llenó para escuchar el fluido y espontáneo diálogo entablado entre crítico y torero, quien, entre otras cosas, rememoró sus comienzos como novillero sin picadores, los cuales tuvieron con frecuencia como escenario plazas de toros ciudarrealeñas.
El torero jiennense hizo un somero repaso por su tayectoria, la cual cuenta con tres salidas a hombros por la puerta grande de Las Ventas, y expuso su filosofía vital como torero, primando el sentimiento y las sensaciones a la hora de ponerse delante de un toro, si bien aclaró que la técnica es necesaria para ponerla más de manifiesto frente a toros medios o con complicaciones, y para esconderla con el toro bueno, utilizándola sin que apenas se manifieste.
Curro Díaz no escondió la pierna cuando Íñigo Crespo citó la fatídica tarde de 2016 en la que Víctor Barrio perdió la vida en la plaza de toros de Teruel, tragedia de la cual fue testigo directo Curro, siendo él, de hecho, quien pasaportó al toro Lorenzo, de la ganadería de Los Maños.
En el tramo final del acto tomaron la palabra algunos de los muchos asistentes, sin faltar la polémica cuando uno de los intervinientes expuso su opinión enjuiciando la manera de colocarse en la cara del toro para ligar los muletazos.
Mañana llegará el turno del ganadero de la vacada portuguesa de Murteira Grave. La cita, a partir de las ocho y media de la tarde, en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real.