Después del descubrimiento del monumento que reconoce a Antoñete del pasado sábado, Curro Vázquez, César Rincón y la novillera Olga Casado salieron a hombros de Las Ventas tras cortar dos orejas en el Festival Pro Monumento de Antoñete que tuvo lugar ayer domingo por la mañana en el coso venteño. Otro trofeo pasearon Enrique Ponce y Morante de la Puebla, mientras Pablo Hermoso de Mendoza saludó ovación el rejoneador y Carlos Escolar «Frascuelo», que sustituyó a Julio Aparicio, dio una vuelta al ruedo.
La plaza registró un lleno de ‘No hay billetes’, y disfrutó de pasajes de enorme torería de Curro Vázquez, de nuevo pudo ver el cite a distancia de César Rincón, y encandilarse con el toreo ceñido y de gran empaque de la novillera Olga Casado.
Pero lo gordo llegó por la tarde. Morante de la Puebla abrió la Puerta Grande y se cortó la coleta en el centro del ruedo tras una grandiosa faena al cuarto, al que desorejó. Segunda Puerta Grande consecutiva del diestro cigarrero en una tarde para la historia del toreo y de Las Ventas en la cita de ayer, 12 de octubre, Día de la Hispanidad, con la que se cerró la temporada taurina en la Monumental madrileña.
Feliz despedida de Fernando Robleño de su plaza de Madrid, quien paseó una oreja de peso del quinto. Sergio Rodríguez, que confirmaba su alternativa, saludó ovación en el primero. Se lidiaron toros de Garcigrande con unos tendidos hasta la bandera.
Roto deja Morante al toreo con su inesperada despedida. No podía terminar este histórico día de otra manera que no fuera descerrajando la Puerta Grande. El cuarto de Garcigrande se lo llevó por delante y cayó de muy fea forma. Cuando se repuso, llegó la magia de muleta. No hay torero igual componiendo la figura toreando con la diestra. Colosales fueron tres series enganchadas alante y llevando la embestida hasta enroscársela en la cintura. Rugió Madrid, entregado a Morante desde los inicios. Un espadazo de ejecución perfecta puso en su mano el doble trofeo. Su primero no le ayudó.
Fernando Robleño se fue con la humildad de siempre pero con el respeto y el reconocimiento de Madrid, que lo sacó en hombros por la puerta de cuadrillas. La tarde fue un cúmulo de emociones y el destino le tenía preparado un buen quinto de Garcigrande. Lo cuajó con la diestra y entró Madrid en una faena de grandes series. Un pinchazo previo a una buena estocada se llevó un triunfo mayor y paseó una oreja. El tercero de la tarde no fue un toro colaborador
