En la tarde del domingo, el novillero daimieleño, Carlos Aranda, consiguió cortar 4 orejas en la novillada picada celebrada en Tobarra.
El novillero, que venía de una gran actuación el día anterior en Barco de Ávila, recibió a su primer novillo con unas buenas verónicas, rematándolo con una media de cartel. El utrero, que no fue fácil, Aranda lo entendió a la perfección consiguiendo trazar una faena bien estructurada, que concluyó con una estocada entera, cayendo el de Cebada al instante. El público fue unánime y pidió las dos orejas al conjunto de una buena actuación.
Tras el segundo novillo, se realizó un parón para la tradicional merienda, ya en tercer lugar salió un novillo que demostró cualidades, pero que al final del muletazo levantaba en exceso la cara. Aranda estuvo inteligente y en novillero tirando de oficio para sacar algún buen derechazo, finalizando la faena con unos ajustados molinetes para tirarse a matar con una estocada en todo lo alto. Aranda volvió a cortarle dos orejas al burel, en una tarde donde demostró que está preparado para las grandes citas.