El pasado 10 de octubre fue presentada en público la Escuela de Tauromaquia de Ciudad Real, en una nueva etapa encabezada por Aníbal Ruiz, Carlos Aranda como profesores, y Diego Ortega como presidente.
Durante aquella jornada no se cogieron capotes ni muletas, pero sí el día 15, cuando dieron comienzo las clases prácticas sobre las que hemos dado rendida cuenta en lanzadigital.com/toros en este reportaje.
Sin embargo el pasado domingo llegó el momento de ponerse delante de dos pitones de verdad. Y tal ocasión se produjo en la ganadería de Daniel Ruiz, en un debut de verdadera categoría dada la ídem de esta vacada castellano manchega, que echó cinco becerras de diverso comportamiento.
Para varios de los dieciocho incipientes toreros que acudieron a la cita fue la primera vez que se ponían delante de una becerra. Otros ya han debutado en público y, por tanto, evidenciaron un mayor desparpajo.
Todos salieron y dieron pases, más o menos, mejores o peores, pero salieron, cumpliendo, muchos, un sueño que tan solo supondrá el primer paso de, esperemos, muchos que queden por delante.
De momento, todos pueden decir que torearon, y en una casa señera como es la finca de Cortijo del Campo, cuartel general de la vacada de Daniel Ruiz, ahora dirigida por Daniel Ruiz Sanchis, tras el triste y repentino fallecimiento del patriarca, un hombre peculiar y al que daba gusto escuchar, al menos al arriba firmante.
Ahora queda seguir entrenando de salón, los martes y los jueves, y esperar al mes de diciembre cuando, a falta de confirmación oficial, se celebrará una clase práctica en la plaza de toros de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real).