Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Corrida de beneficencia, presidida por S.M. el rey Felipe VI. 17.125 espectadores acudieron a Las Ventas en este 17 de junio de 2023.
Se lidiaron tres toros de Juan Pedro Domecq (2º, 4º y 6º), dos de Daniel Ruiz (1º y 3º), y uno de Victoriano del Río (5º). Todos orecieron un interesante juego en mayor o menor medida, a excepción del pobremente presentado y endeble tercero. Destacaron primero, quinto y sexto.
Sebastián Castella: ovación con saludos tras aviso y vuelta tras aviso.
Emilio de Justo: silencio y silencio con aviso.
Fernando Adrián: silencio y dos orejas.
Fernando Adrián salió a hombros.
Causaba extrañeza contemplar los huecos en los tendidos de la plaza de toros de Las Ventas, teniendo en cuenta de que se trataba de la Corrida de Beneficencia, la de mayor importancia en la temporada taurina en el orbe taurino.
Causas: ¿La no inclusión en el abono de San Isidro? ¿Cartel de escaso atractivo? ¿El calor? Nunca lo sabremos; pero lo que sí sabemos es que la tarde dio mucho de sí, y que concluyó con una salida a hombros que añade un nuevo nombre a la manida baraja de nombres que, todavía, copan gran parte de los puestos de una tarta cada vez más menguada.
La corrida, en la que se lidiaron toros de hasta tres ganaderías distintas (Juan Pedro Domecq, Daniel Ruiz y Victoriano del Río) resultó tremendamente interesante y no siempre aprovechada debidamente por parte de Castella y De Justo. Pero sobre eso podrán leer más tarde, porque ahora toca hablar del triunfador: Fernando Adrían.
El torero madrileño volvía a Madrid tras abrir la puerta grande en su anterior actuación isidril de manera algo liviana. Pero ayer la descerrajó con rotundidad por un toreo ajustado, ligado, descolgado de hombros, muy de verdad, realizado al sexto toro, bravo, flexible y de gran entrega. Destacó la manera de enroscarse al magnífico ejemplar de Juan Pedro en naturales que parecían no acabar nunca. Y como, además, lo mató bien y a la primera, volvió a contemplar la calle de Alcalá desde los hombros de un costalero. Ojalá le lleguen contratos y que su nombre se sume a los jóvenes llegados a la cumbre en las últimas temporadas.
Antes Adrián tuvo poco que rascar frente al protestado y endeble tercero, el cual le propinó una voltereta sin consecuencias.
Del resto de actuantes diremos que el primero, de nombre Juguetón, como el toro también de Daniel Ruiz indultado en Ciudad Real por Enrique Ponce en 2017, desarrolló un juego de menos a más. Ante él Castella, que resultó cogido muy feamente sin caer herido, destacó en una muy buena tanda de naturales que supieron a poco. El fallo a espadas del francés, y el hecho de ser el primero de la tarde, no ayudó para que se pidiera la oreja con rotundidad. Algo más espeso anduvo Castella con el encastado cuarto, con el que la disposición estuvo siempre presente pero no así el acople pleno, sin ser un toro fácil. Pero ¿quién dijo que esto lo fuera? Eso sí, la estocada resultó notable.
Este año, Emilio de Justo rentabilizó económicamente en Las Ventas su magnífica temporada de 2021. Y como no pudo hacerlo en 2022 por su truncada encerrona venteña a comienzos de la pasada temporada, lo ha hecho en 2023 con cuatro compromisos que, a toro pasado, le han venido grandes. Porque ayer volvió a evidenciar que quiere, pero que, físicamente, no puede. No en la medida que él -y todos- quisiéramos. En su primero tuvo la justificación del viento, el cual le impidió hilvanar a un manejable toro de Juan Pedro Domecq, en una faena que fue a menos. No obstante en el quinto no hubo viento, y el torero extremeño no exprimió a un bravo toro de Victoriano del Río que por el pitón izquierdo hizo el avión. La extensa lidia capotera no ayudó, aunque el de Victoriano (ovacionado en el arrastre) siguió persiguiendo la tela con codicia y emoción en el último tercio. Vamos, que era toro de triunfo para Las Ventas. Y tal feliz circunstancia no se produjo para el bravo torero extremeño, a quien, ojalá, apronto podamos ver en plenitud verdadera.
Fotos: Plaza 1